El debate sobre la reforma del sólo sí es sí ha dejado varias imágenes que evidencian hasta qué punto la ministra Irene Montero debería haber sido cesada hace tiempo, de no ser por la necesidad que tiene Pedro Sánchez de no soliviantar a sus socios de Unidas Podemos para seguir manteniéndose en la Moncloa.
La ministra de Igualdad no sólo vivía sus horas más difíciles este jueves, como ella misma reconocía, sino que lo hacía en la más absoluta soledad, acompañada únicamente de su fiel escudera Ione Belarra, que la acompañaba durante toda la jornada. Yolanda Díaz se ausentaba de la votación, al haber optado por el voto telemático, constatando aún más que a la ministra de Igualdad no le quedan apenas apoyos, aunque a la líder de Sumar sí se la ha podido ver durante el debate de la propuesta.
Del lado socialista sólo ha acudido al Pleno la ministra de Justicia, Pilar Llop, que se reivindicaba con una reforma que defendió desde el primer momento ante la salida de pederastas y violadores. Durante la votación asistían también los ministros de Hacienda, María Jesús Montero, y de Industria, Héctor Gómez, a los que no se ha había visto antes, en ningún momento, durante la sesión.
El PSOE esquivaba así otra imagen desagradable para el partido, la de la foto junto al PP, que ha tenido que salir a rescatar al Gobierno de sus propios desmanes tras la brecha surgida con sus socios que, por primera vez en la legislatura, se han unido en bloque para votar contra una medida de los socialistas, pese a haber admitido la necesidad de cambiar el sólo sí es sí una vez constatadas sus nefastas consecuencias.
Pedro Sánchez no sólo se ausentaba por segunda vez en una votación conjunta con el PP, sino que ni siquiera votaba, como ocurrió con la toma en consideración de la reforma, optando en su lugar por hacer campaña en Doñana contra Alberto Núñez Feijóo, precisamente el día en el que ha tenido que apoyarse en su partido para no ser derrotado en el Congreso.