
La suerte está echada. Finalizada ya la campaña electoral, los partidos esperan ansiosos el veredicto de las urnas después de quince días muy intensos, marcados, por primera vez, por las altas temperaturas y las vacaciones de verano. Alberto Núñez Feijóo ha elegido La Coruña, su tierra, para concluir una contienda en la que la participación será más protagonista que nunca.
"Os pido encarecidamente ir a votar", ha implorado frente a las más de 6.000 personas que se han congregado para escucharle en su último mitin antes del 23-J, en un intervención centrada en presentarse como una persona fiable, con una sólida trayectoria política y profesional, que no mentirá a los españoles y, sobre todo, que cumplirá sus promesas.
Según ha explicado, las elecciones son trascendentales para el futuro del país, hasta el punto de que de su resultado no sólo determinará el devenir de España la próxima legislatura, sino toda una década. "Estas elecciones son tan importantes que van a marcar la próxima década, como mínimo", ha dicho, alertando de lo que hay en juego.
A lo largo de toda su intervención ha apelado sin cesar a la movilización de los electores, no sólo para conseguir una amplia mayoría, sino también para confrontar la decisión de Pedro Sánchez de convocar comicios de forma inesperada, en pleno verano y con la mitad de España llegando a los 40 grados de calor.
En la recta final de campaña, Feijóo ya repetido sin cesar que su objetivo es recuperar la concordia, lograr una "España que pueda avanzar en unidad, sin divisiones, sin romper la unidad de la nación", motivo por el que ha ofrecido esta semana cinco Pactos de La Moncloa.
En este último día de la contienda, el candidato del PP ha defendido incluso que es necesario "recuperar el PSOE con el que intentábamos pactar, como se hizo en La Transición, durante la democracia y con los conflictos territoriales", dando por hecho no sólo la derrota socialista, sino también la sustitución de su secretario general, Pedro Sánchez, después del resultado del próximo domingo.
Las encuestas han sido muy favorables a Feijóo durante la primera semana, especialmente después del debate con Sánchez, pero no todas recogen que PP y Vox suman una mayoría suficiente como para gobernar, de ahí que ambos partidos se hayan volcado estos últimos en rebajar la expectación para evitar que la posible euforia desmovilice a electorado y la izquierda tenga oportunidad de ir a una situación de bloqueo, contra la que ha venido alertando el candidato popular los últimos días.
Sus últimas palabras, durante el acto, han sido para advertir hasta en dos ocasiones de que "sé lo que tengo que hacer y os aseguro que lo voy a hacer", mostrándose esperanzado en que "la próxima vez que nos veamos, si todos vamos a votar, vendré a darles un abrazo como presidente de España".

