El PP prácticamente ha repetido el elevado porcentaje de voto que obtuvo en las elecciones de 2020 – al 100% del escrutinio roza el 47,5%– y sólo ha perdido dos escaños –se queda con 40– por el empuje del BNG, que obtiene el mejor resultado de su historia, pero aun así seguirá en la oposición.
El resultado electoral es un varapalo para el Gobierno: empezando por el PSOE, por supuesto, cuyo resultado sólo puede denominar con una palabra: ridículo, ni más ni menos. Los socialistas se desploman y encima lo hacen tras el que ya era uno de los peores resultados de su historia. Con solo un 14% del voto, cinco puntos menos que en el año 2020, ni siquiera llegan a la decena de diputados.
Estas elecciones gallegas han sido las primeras tras las Generales y un clima de tensión que ha ido en aumento. Por ello, se las consideraba en clave nacional. Las múltiples y masivas manifestaciones por toda la geografía española ha hecho que el PSOE haya tenido el peor resultado de su historia en Galicia. La mala noticia es que los independentistas del BNG – socios de Bildu y ERC – se consolidan como segunda fuerza política en el Parlamento gallego. Carlos Cuesta, Raúl Vilas y Carmelo Jordá analizan, lo que posiblemente, sea el principio del fin de Sánchez.