Francina Armengol ha hablado, por primera vez, del caso Koldo, una semana después de que estallara el escándalo que le afecta de lleno. La presidenta de las Cortes ha justificado haber pagado casi cuatro millones de euros a la trama cuando era presidenta de Baleares, asegurando que "vivíamos una situación de emergencia". "Lo haría una y mil veces para proteger a la ciudadanía porque, como presidenta, era mi obligación", ha dicho.
A su llegada a la Mesa del Congreso, Armengol se ha declarado "indignadísima" por un caso que le produce "asco", marcando distancias con los implicados en la trama a los que ha reprochado haberse lucrado durante la pandemia. "Es una situación vergonzosa", ha dicho, elogiando la actitud del PSOE "por no haberse puesto de perfil" y haber dicho "tolerancia cero con la corrupción", quejándose de que se implique a su gobierno en lo ocurrido.
"Era un momento de emergencia, donde no había material sanitario", ha insistido en defender, recordando que el mercado estaba saturado y no había forma de comprar material sanitario. Armengol ha derivado toda responsabilidad hacia el Servicio de Salud que, según dice, "fiscalizó" todos los contratos y les dio su visto bueno. "Todo se hizo legalmente", ha recalcado, a pesar de que las mascarillas adquiridas no eran quirúrgicas, quedaron almacenadas sin ser utilizadas y el dinero se reclamó tres años después, una vez ya salió del Gobierno.
Una tardanza que no ha podido explicar, defendiendo que la reclamación se hizo durante el traspaso de poderes al PP de Marga Prohens por lo que, dice, "no pudo haber más transparencia". "Nosotros, en todo caso, seríamos afectados", ha afirmado, evitando asumir cualquier tipo de responsabilidad política o legal sobre lo ocurrido.
Fuentes del entorno de la presidenta justifican el hecho de que la contratación se produjera sin mediar contrato escrito, sólo de palabra, asegurando que era el procedimiento habitual durante la pandemia y que todas las comunidades autónomas actuaron de manera similar. "Si estuviéramos implicados en la trama, ¿por qué íbamos a reclamar?", destacan.
Estas fuentes recalcan que en todo momento que todo pasó por el Servicio de Salud y niegan la existencia de presiones por parte del Ministerio de Transportes, dirigido por José Luis Ábalos, para contratar con la empresa de Koldo, su entonces asesor. Insisten en resaltar la situación de emergencia que se vivía entonces. Armengol ha evitado pronunciarse sobre el hecho de que Ábalos no haya dejado todavía su acta de diputado, pese a habérselo reclamado el PSOE.