Tras muchas críticas internas, el PSOE cierra filas con Pedro Sánchez en lo que respecta a su política con Cataluña. Hasta los barones díscolos, Emiliano García Page y Javier Lambán, se apresuraron en la noche del sábado a aplaudir los buenos resultados del PSC y de su candidato, Salvador Illa. Una prueba más visual de este consenso interno se produjo este lunes en la sede de Ferraz donde Sánchez y su vicepresidenta, María Jesús Montero, fueron recibidos en pie por la Ejecutiva que les dedicó una prolongada ovación.
La sensación en el PSOE es que los resultados les dan la razón y suponen un aval a su política de pactos con los separatistas tras cesiones como los indultos, la amnistía o la derogación del delito de sedición. Después de superar la barrera psicológica de los 40 asientos, y ver que el separatismo se queda lejos de los 68 asientos, ahora le toca a Illa negociar. "El Gobierno de Cataluña se decidirá en Cataluña, ni en Madrid, ni en ningún otro sitio", afirmaba la portavoz de la Ejecutiva, Esther Peña, emulando ante la prensa lo que Sánchez había dicho unos minutos antes en el plenario.
Una campaña polarizada
La idea de Ferraz y Moncloa es obviar las negociaciones y darle a Illa todo el protagonismo, mientras el aparato gubernamental y federal del partido se vuelca con las elecciones europeas del 9 de junio. Unos comicios en los que creen que el PSOE sale reforzado y donde Cataluña y Andalucía tendrán un protagonismo especial, copando la mayoría de los actos. La campaña recorrerá toda España y el primer gran acto de la candidata socialista, Teresa Ribera, será el próximo día 25 en Valladolid. Tras viajar por toda España, la caravana finalizará en Madrid el 7 de junio.
Los socialistas se ven con fuerzas tras los resultados del domingo en Cataluña y harán una campaña centrada en movilizar a la izquierda. "No hay que sacar a la gente de centro, sino movilizar a los tuyos, el PP igual", sentencian fuentes de la dirección donde auguran, por tanto, una campaña polarizada con mensajes alejados de los de Illa, que pedía unir a toda la sociedad, y más próximos a los de Sánchez criticando a los medios de comunicación de derechas, acusándoles de crear "fango"
En Ferraz saben que la debilidad de Sumar beneficia al PSOE para sumar a más electores a su izquierda en los próximos comicios. Tras el fiasco de las elecciones vascas y gallegas, llega ahora el catalán donde los comunes han perdido 15.000 votos. "Quiero escuchar una valoración de Yolanda Díaz", tercian en la dirección del partido tras otro pinchazo de un partido que no acaba de arrancar. Tampoco parece que los comicios europeos, con una candidata desconocida, les vaya a reportar ninguna alegría frente a Podemos que va a presentar a Irene Montero.
Illa, después de las europeas
Tras las elecciones europeas, los socialistas esperan que la situación en Cataluña comience a desatascarse. Creen que tanto ERC como Junts volverán a medirse a cara de perro en los comicios del 9 de junio y le piden "tiempo" al partido de Junqueras para "que repose los resultados".
Tras la conformación de la Mesa del Parlamento, saldrá elegido un nuevo presidente de la Cámara que será el encargado de designar al candidato a la investidura. Esa será la primera prueba de fuego para Illa y se producirá justo después de las elecciones catalanas. En Ferraz confían que ahí comience a aclararse la gobernabilidad de Cataluña. "Quien fuerce la repetición electoral lo va a pagar", sentencian en la dirección del partido en una clara alusión a ERC que podría descalabrarse aún más.