Salvador Illa no comparecerá como candidato a la presidencia de la Generalidad en la primera sesión de investidura, la prevista para el próximo martes 25 de junio. El aspirante socialista no tiene atado el apoyo de ERC. De hecho, las conversaciones de manera formal se inician este martes con expedientes sobre la mesa como la "financiación singular" ofrecida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a ERC.
Illa anunció la noche de este lunes que desiste del primer intento. Lo declaró en la Ser, donde admitió que todavía no cuenta con el apoyo de ERC. "Voy a concurrir a la investidura, pero necesito más tiempo para armar la única mayoría que puede hacer viable la legislatura", señaló el dirigente del PSC, ninguneado por Pedro Sánchez en las negociaciones con ERC.
La oferta de una financiación especial para Cataluña lanzada por Sánchez en el diario La Vanguardia ha dejado en una posición subordinada a Illa. ERC ha tomado nota y exige negociar directamente con Moncloa el apoyo al candidato socialista. En ese contexto, Illa pretende asomar la cabeza y aparentar que está al cabo de los tanteos entre Sánchez y ERC, dirigida al efecto por Marta Rovira.
De este modo, la sesión de investidura prevista para el 25 sólo servirá para activar la cuenta atrás de la repetición electoral, los dos meses de margen con que cuentan los partidos para hallar un candidato viable. Se descarta que Puigdemont pueda convencer a ERC para que le vote en esa primera sesión. Además, el líder de Junts necesitaría que el PSC se abstuviera en su investidura, cosa que de momento tampoco está en las previsiones inmediatas.
El presidente del parlamento catalán, Josep Rull, comenzará este martes las consultas con los grupos parlamentarios, unas conversaciones de las que no se espera más que la confirmación de las posiciones de partida. Así, Puigdemont no cuenta con más apoyos que los de su partido mientras que Illa sólo puede sumar a sus 42 diputados los seis de los Comuns, muy lejos de la mayoría necesaria.
La intención de ERC es apretar al máximo a los socialistas no sólo con un concierto económico a la vasca. Superada la amnistía, en la carpeta republicana figura la autodeterminación como primer objetivo.