Cuando en Moncloa se les pregunta si temen nuevas revelaciones en el caso Koldo, repiten que hay "cero preocupación". Otra cosa son sus gestos, sus evasivas o su tono cuando se les recuerda que todavía quedan móviles por volcar. Aunque lo que denota es que no todo marcha del todo bien son sus espantadas cuando se duda del argumentario oficial que asegura que no hubo visita de Delcy Rodríguez. Hay fotos y testimonios que prueban que la vicepresidenta venezolana estuvo esa noche en Barajas y que allí estaban el empresario nuclear de este caso, Víctor de Aldama, y el exministro, José Luis Ábalos.
En el partido ya se extiende la sensación de que el Gobierno está "deslavazado" ante la avalancha de informaciones. Que no es capaz de hilvanar un argumentario solvente. Alguno incluso matiza que "se nota la falta de Miguel Barroso", uno de los asesores áulicos de Moncloa y que fue secretario de Estado de Comunicación con Zapatero.
El que fuera marido de Carme Chacón falleció de un infarto a comienzos de años y, desde entonces, Moncloa sólo tiene una carta (la de la máquina del fango) que sacan a relucir cada vez que les estalla un escándalo. Ya sea Begoña o Koldo. Este martes, la ministra portavoz, Pilar Alegría, volvió a recurrir a esta teoría para desechar la denuncia del PP por financiación ilegal basándose en una entrevista a un socio de Aldama que publicó The Objective.
Fuentes de Moncloa advierten al magistrado del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, que tiene que rechazar la admisión de esta querella porque "la jurisprudencia del Supremo" impide admitir "una querella basada en recortes de prensa". Otra cosa son los tribunales de guardia. Aunque lo cierto es que en este juzgado se está instruyendo el fraude de los hidrocarburos, otra trama de Aldama y que, junto a otras 13 personas, habría defraudado 182 millones de euros eludiendo pagos de IVA.
Ferraz pide al PP que acredite la financiación irregular
Alegría también eludía la rueda de prensa de Esther Peña en Ferraz para remitirse a unas declaraciones del secretario de Organización, Santos Cerdán, a El País en la que afirmaba que "nunca hubo bolsas de dinero" en Ferraz. La portavoz de la Ejecutiva se limitó este lunes a retar al socio de Aldama a demostrar que había llevado 90.000 euros en bolsas de basura o, más bien, a demostrar que ese testimonio existe y a pedirle a ese empresario que salga del anonimato.
"La carga de la prueba es la obligación de acreditar un hecho que se está alegando y que no está esclarecido como se debe", defienden fuentes próximas a la dirección de Ferraz para justificar el argumentario más prudente de Peña. "En este país el derecho se basa en eso, en la carga de la prueba, y es una vergüenza que alguien diga y se atreva a poner una querella con acusaciones tan graves sin nada", tercian mientras piden "contundencia a quien difama y pone querellas".