El PSOE ha empezado ya una de sus batallas prometidas en lo que denomina "salud reproductiva". Bajo ese nombre figura el aborto y los socialistas consideran que la objeción de conciencia de los médicos que no lo quieren practicar lo contraviene. Por ello cree que deben darse ya los pasos para limitar esa objeción con "las acciones pertinentes destinadas a garantizar el derecho a la salud sexual y reproductiva de las mujeres y, por tanto, a velar por el acceso a este derecho en condiciones de igualdad, dignidad y seguridad de modo que el derecho a la objeción de conciencia no suponga, veladamente, una obstrucción al derecho a la salud sexual y reproductiva".
Los puntos de su plan de ataque a la objeción de conciencia son dos. El primero señala que "el Congreso de los Diputados" debe manifestar públicamente "su compromiso con el derecho a la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, e insta al Gobierno a continuar desarrollando políticas públicas destinadas a garantizar la igualdad de género, con especial atención a la protección y defensa de los derechos sexuales y reproductivos". El segundo punto aclara este mensaje ambiguo: "Coordinar e impulsar, a través del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, las acciones pertinentes destinadas a garantizar el derecho a la salud sexual y reproductiva de las mujeres y, por tanto, a velar por el acceso a este derecho en condiciones de igualdad, dignidad y seguridad de modo que el derecho a la objeción de conciencia no suponga, veladamente, una obstrucción al derecho a la salud sexual y reproductiva".
Consolidar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres
El resto del texto elaborado por el PSOE deja claro el objetivo de las medidas. "También cabe citar el cuestionamiento de derechos consolidados en nuestro ordenamiento jurídico, como son los relacionados con los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Buena muestra de ello es que, recientemente, se ha convocado en el seno de las Cortes Generales, concretamente en el Senado, la cumbre de una red internacional antiabortista que persigue prohibir la interrupción del embarazo", afirma el PSOE. "Los derechos sexuales y reproductivos y, especialmente, el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo entronca con derechos fundamentales como el derecho a la salud o la integridad física y moral", según los socialistas. "Es de sobra conocida la sentencia del Tribunal Supremo de EEUU que puso en claro riesgo el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo.
En esta misma dirección han caminado algunas propuestas que pretendieron impulsar, por ejemplo, en la Junta de Castilla y León para que las mujeres tuvieran que asistir a una ecografía previa o a escuchar el latido fetal antes de decidir interrumpir su embarazo. Estas formas de control no son más que estrategias para restringir la autonomía de las mujeres a través de coacciones institucionalizadas", afirman desde el partido de Pedro Sánchez.
Y anticipan la reforma oculta tras toda esta argumentación: "Expuesto todo lo anterior, podemos afirmar que en España la interrupción del embarazo es un derecho porque lo regula una ley, lo ampara el Tribunal Constitucional y se apoya en el derecho internacional. Cualquier intento por constreñir la libertad de las mujeres apunta a una dirección iliberal impropia de cualquier democracia consolidada".
El PSOE no duda en señalar la objeción de conciencia: "Se ofrece la posibilidad de objetar en distintos grados y según preferencias de modo que puede elegirse declinar en función del método elegido, las semanas o el motivo, lo cual, en muchas ocasiones colisiona nuevamente con el artículo 4 de la ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo". Se abre la veda para atacar a la objeción de conciencia.