Tras la euforia y los golpes de pecho, Junts ha alterado la proposición no de ley en la que instaba al presidente del Gobierno a someterse a una cuestión de confianza para recuperar el crédito con los separatistas. A pesar de que los letrados del Congreso habían dado luz verde a la primera propuesta y también a pesar de que Sánchez ya ha dejado claro que no se someterá a la cuestión de confianza, el partido de Puigdemont ha introducido cambios sustanciales en un nuevo texto registrado este miércoles.
A diferencia de la primera proposición no de ley sumamente escueta –la registrada el 9 de diciembre y en la que tan sólo se instaba a Sánchez a someterse a la cuestión de confianza–, en esta los posconvergentes llegan a citar la Constitución para reconocer explícitamente que el procedimiento es de uso exclusivo del presidente del Ejecutivo. "El Congreso de los Diputados insta al presidente del Gobierno a considerar la oportunidad de plantear una cuestión de confianza, conforme a la prerrogativa que le confiere la Constitución, atendiendo al carácter político, sin vinculación jurídica, de la presente iniciativa", señala el nuevo redactado.
Se mantiene, eso sí, la exposición de motivos en la que Junts asegura haber constatado "la falta de voluntad política por parte del presidente del Gobierno de cumplir, de manera completa y ágil, con los acuerdos adquiridos". No obstante, la nueva propuesta reconoce la falta de valor jurídico y el carácter estrictamente político, un brindis al sol, de la iniciativa posconvergente.
La rectificación se produce después de una avalancha de declaraciones de los principales dirigentes del partido secesionista sacando pecho del giro de guion de Pedro Sánchez sobre el decreto ómnibus.