ERC sigue a lo suyo. Pero la gran pregunta es ¿Qué es lo suyo? ERC llevaba tiempo con la reclamación de exigencias e investigación por una supuesta Operación Cataluña basada en el espionaje del CNI y Policía a los golpistas que protagonizaron el golpe separatista del 1-O. El planteamiento resulta cuando menos surrealista porque los golpistas fueron condenados, el golpe existió y los servicios de inteligencia se dedican a espiar las amenazas al Estado, como por ejemplo, esos golpes, con lo que resulta inexplicable -salvo en la España actual- que se pidan explicaciones por el objetivo legal de un aparato de inteligencia.
Pero, más allá del día a día español, lo cierto es que la insistencia de ERC ha pasado ahora a reclamar, con ese argumento, una rebaja de la capacidad operativa del CNI con una reducción especial de sus capacidad de espionaje. Traducido: todo un regalo para formaciones como Junts, cuyas relaciones con Rusia están acreditadas en un auto judicial, o para la propia ERC, cuya vinculación a una espía rusa como Tatiana Zdanoka está acreditada por el Parlamento Europeo.
Exigencias a Sánchez
ERC quiere -y así se lo ha reclamado ya a Pedro Sánchez- "la aprobación de una legislación específica para regular el uso del software espía, garantizando el respeto a los derechos fundamentales y al conjunto del ordenamiento jurídico y estableciendo criterios claros de legalidad, necesidad y proporcionalidad" Ese software espía fue el usado para investigar a sus golpistas, obviamente. Y es el usado para controlar todas las amenas al Estado, interiores o exteriores.
"Esta regulación deberá centrarse en los siguientes preceptos:
A. Limitar estrictamente el uso de software espía a casos de criminalidad grave o amenazas a la seguridad nacional, con autorización judicial previa y revisión periódica de su necesidad", señala ERC. Pero lo cierto es que ese control judicial ya existe: lo ejerce el Supremo. Por lo tanto, no puede ser eso lo que persigue el partido que fue protagonista del golpe del 1-O. El resto de puntos lo aclara:
"B. Prohibir el uso de software espía contra determinadas categorías de personas, como periodistas, abogados, defensores de derechos humanos y representantes políticos, salvo en casos excepcionales debidamente justificados". Y esa afirmación despierta una pregunta obvia: ¿Un político tiene que tener menos controles en caso de ataque al Estado?
ERC hace más exigencias:
"C. Crear un organismo independiente de supervisión que vele por la adecuada utilización de estas tecnologías y garantice la protección de los derechos fundamentales.
D. Exigir transparencia y rendición de cuentas por parte de las autoridades que utilicen software espía, incluyendo la publicación de informes periódicos sobre su uso e impacto".
Limitaciones del poder del CNI
ERC no para ahí y pide más limitaciones del poder del CNI:
"E. Notificar obligatoriamente a los afectados, una vez finalizada la investigación, salvo en los casos en que la seguridad nacional lo impida justificadamente.
F. Regular la exportación y comercialización de software espía, estableciendo criterios estrictos para evitar su venta a regímenes autoritarios o entidades que puedan utilizarlo para vulnerar derechos humanos.
G. Destruir inmediatamente la información no pertinente obtenida mediante el uso de software espía, con el fin de minimizar riesgos de abusos e incumplimientos en materia de protección de datos.
H. Fomentar la adopción de estándares internacionales en materia de regulación del software espía, colaborando con otros Estados e instituciones internacionales para establecer mecanismos comunes de control y supervisión".
Y todo ello lo pide ERC en un momento en el que los servicios de inteligencia tendrían que estar más atentos a las técnicas de penetración y guerra híbrida de, por ejemplo, Rusia, el mismo patrón de la espía que se relacionaba con ellos y que hacía propaganda de Oriol Junqueras.