Doscientas plazas más en la Agencia Tributaria Catalana, los estatutos de la empresa que controlará las cercanías ferroviarias de la región y más dinero para discriminar el idioma español son algunos de los puntos acordados entre el PSC y ERC para sacar adelante la tercera ampliación de crédito. Tras una primera por valor de 2.160 millones y una segunda de 1.300, la última es de 469 millones. En total, casi 4.000 millones para añadir a los presupuestos prorrogados a cambio de importantes concesiones al partido separatista liderado por Oriol Junqueras.
El portavoz de ERC Isaac Albert ha detallado el acuerdo, en el que consta la creación de doscientas nuevas plazas en la Agencia Tributaria Catalana para asumir el traspaso de la recaudación y gestión del IRPF. Estas plazas se añaden a las noventa de inspectores y técnicos tributarios y las 102 de funcionarios de la agencia catalana que se anunciaron en la última reunión de la comisión mixta de asuntos económicos y fiscales entre el Gobierno y la Generalidad celebrada el último día del pasado febrero.
Según el acuerdo entre el PSC y ERC que dio pie a la investidura de Salvador Illa, antes del próximo 30 de junio se tiene que presentar el nuevo modelo de financiación para Cataluña, que en ERC no dudan en equiparar al concierto económico vasco. De hecho, exhiben la cesión de todos los impuestos que se pagan en Cataluña como prueba del alcance del nuevo sistema.
Otras concesiones
Además del impulso de la Agencia Tributaria Catalana, ERC ha arrancado más concesiones al Govern de Salvador Illa. Se adelanta la constitución de la empresa que deberá hacerse cargo de los servicios ferroviarios de cercanías en Cataluña. Será una filial de Renfe durante un plazo de dos años pero el poder decisorio recaerá sobre la Generalidad y no sobre el Estado. Eso, sobre el papel. En la práctica, el anuncio puede reactivar el conflicto laboral porque el personal de Renfe en Cataluña se niega de plano a pasar a la administración autonómica.
ERC se negó a negociar con el gobierno de Illa los presupuestos de este año. Ha preferido acogotar al ejecutivo socialista y someterlo a tres negociaciones consecutivas para sumar 4.000 millones a los presupuestos prorrogados, condicionando los objetivos y proyectos de Illa. Así, por ejemplo, junto al engorde de la plantilla de técnicos fiscales presume también de una ampliación de la partida del Pacte Nacional per la Llengua de 19 millones y de más partidas en materia de vivienda y educación.