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Salvador Illa blanquea a Puigdemont por encargo de Sánchez y le da al prófugo una foto histórica

El presidente socialista de la Generalidad se reúne con el líder de Junts en la delegación de la administración autonómica catalana en Bruselas.

Carles Puigdemont, el presidente de la Generalidad que huyó de España tras el golpe de Estado separatista de 2017, se ha reunido con el actual presidente de la Generalidad y líder del PSC, Salvador Illa. La reunión forma parte según el "Govern" de la ronda de contactos que Illa ha mantenido con todos sus antecesores, incluido Jordi Pujol, evasor fiscal confeso y pendiente del juicio en la Audiencia Nacional que se celebrará en dos meses.

Illa se ha reunido durante hora y media con Puigdemont en la sede que la Generalidad dispone ante la Unión Europea en la capital comunitaria, Bruselas. En el entorno de Illa se celebra que la reunión no se haya tenido que celebrar en la mansión que habita Puigdemont en Waterloo y que según el separatismo es la "Casa de la República". Sin embargo, el encuentro ha sido toda una cesión socialista a Puigdemont, un socio imprescindible para la continuidad de Pedro Sánchez en Moncloa.

Illa recibió el encargo de reunirse con Puigdemont durante su estancia en La Mareta. Después, socialistas y separatistas mantuvieron un encuentro en Ginebra del que no surgió ningún nuevo acuerdo ni avances en los ya adoptados, como la cesión de las competencias de fronteras e inmigración a la Generalidad.

A mitad de legislatura

El encuentro tiene lugar a mitad de legislatura y con Pedro Sánchez determinado a "bunkerizarse" en La Moncloa aunque no logre sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. Como es habitual en el caso de Puigdemont, el prófugo advirtió de que en otoño podrían ocurrir cosas inéditas en la relación con Pedro Sánchez. El dirigente separatista está molesto además porque todavía no se ha dado a conocer el sustituto de Santos Cerdán en las negociaciones que llevan a cabo socialistas y Junts en Suiza y Francia. Puigdemont no está del todo conforme con el papel de José Luis Rodríguez Zapatero y se fía lo justo del expresidente socialista. En un contexto de creciente desconfianza, la fotografía con Illa suaviza el resquemor de los independentistas, aunque reprochan a Illa que haya tardado un año desde su toma de posesión en reconocer al que llaman "presidente en el exilio".

La reunión entre Illa y Puigdemont se ha vinculado también a la negociación de los Presupuestos Generales, toda vez que está descartado que Junts vaya a apoyar las cuentas autonómicas de Illa pero no así los números de Sánchez. Precisamente este martes, el gobierno catalán ha aprobado el techo de gasto no financiero para el próximo ejercicio, 40.524 millones de euros, paso previo para presentar el proyecto de cuentas.

Illa, beligerante con los jueces

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En las últimas semanas Illa se ha mostrado muy beligerante con los jueces del Tribunal Supremo por la no aplicación de la amnistía a Puigdemont, llegando a acusarles incluso de pretender suplantar la voluntad del legislativo. Eso después de haber despreciado la posibilidad de conceder la amnistía a Puigdemont antes de que Sánchez se viera forzado a prometer al prófugo el olvido penal a cambio de La Moncloa.

La estampa de Illa con Puigdemont es la antesala del encuentro entre Sánchez y Puigdemont. En relación a esa foto con el presidente del Gobierno, fuentes del entorno del prófugo han asegurado en los últimos tiempos que nadie quiere retratarse con un presidente acorralado por varios casos de corrupción que afectan a su familia y a su partido y que ya no tenía sentido. También han asegurado que el encuentro con Illa llega tarde. Sin embargo, señalan que la reunión supone la amnistía política del presidente de la Generalidad que proclamó la república.

Tras haber mostrado su posición contraria a los jueces para facilitar la reunión, Illa confía en que el próximo paso sea el regreso de Puigdemont a Cataluña. Ante esa eventualidad, en Junts no saben aún si su líder se conformará con ser el jefe de la oposición en el parlamento regional o dará un paso a un lado. En el PSC creen que el regreso supondrá el punto y final de la carrera política del líder independentista.

Visita del abad de Montserrat a Waterloo

A diferencia de lo que ocurrió con Santos Cerdán, la foto con Puigdemont no ha incluido esta vez un cuadro con una escena del referéndum ilegal del 1-O. Illa no ha sido además el único interlocutor de Puigdemont este martes. El prófugo ha recibido en Waterloo al abad de Montserrat, Manel Gasch, convertido en la bestia negra del separatismo por haber invitado a los Reyes a la abadía con ocasión del milenario de su fundación.

Puigdemont ha posado junto al religioso benedictino a las puertas de su residencia. Gasch ha viajado a Bélgica para inaugurar una exposición sobre el milenario de Montserrat en el Parlamento Europeo.

Increpado por una ciudadana

El líder de Junts ha sido increpado por una ciudadana a su llegada a la delegación de la Generalidad en Bruselas. Una señora ha gritado que "no era ni independentista ni facha" y que "lo que ha hecho a los catalanes no tiene nombre". La ausencia de banderas y las amplias sonrisas de Illa y Puigdemont en los posados protocolarios han sido los detalles más aparentes del encuentro.

En cuanto a la reunión, Puigdemont ha trasladado a Illa su incomodidad ante la falta de concreciones en materia de traspasos y ante el hecho de que Santos Cerdán no haya sido sustituido por un interlocutor de similar rango. Illa es el personaje político socialista más cercano a Sánchez, uno de los pocos elementos en los que aún confía y el encargado ahora de trasladarle el estado de ánimo de Puigdemont, profundamente desencantado por la no aplicación en su caso de la amnistía y con cada vez menos incentivos para sostener a Sánchez en La Moncloa.

El álbum de Illa

A modo de colofón del encuentro, Salvador Illa ha publicado en su cuenta de la red social X tres fotografías con Carles Puigdemont. En ninguna de ellas hay banderas u objetos decorativos. Sólo dos plantas de interior con un aspecto deplorable decoraban el cuarto en el que se han encerrado Illa y Puigdemont. El mobiliario, dos butacas negras y una mesa baja de cristal.

Illa ha escrito a modo de pie de fotos el siguiente texto: "Hoy me he encontrado con el presidente Carles Puigdemont, tal como he hecho con el resto de expresidentes de la Generalidad. El diálogo es el motor de la democracia para que Cataluña siga avanzando. Hoy damos un buen ejemplo".

Y la foto del prófugo

El fugado, por su parte, ha remarcado su condición en el mensaje que ha publicado en X como resumen de la reunión: "Esta tarde he sido recibido por el presidente Salvador Illa en la delegación de la Generalidad ante la Unión Europea. Le agradezco la amabilidad y la conversación. En situación de normalidad democrática, esta reunión se debería haber producido hace muchos meses y no en Bruselas sino en el Palacio de la Generalidad, en la capital de Cataluña. Hoy ha vuelto a quedar claro que no vivimos en una situación de normalidad".

Puigdemont había sido muy duro hasta con Salvador Illa, al que reprochaba, entre otras muchas cosas, que hubiera participado en las manifestaciones en contra del golpe de Estado y también que se hubiera mostrado contrario a la amnistía. Además y a diferencia de lo que ocurre en Madrid, Puigdemont es la oposición en Cataluña, por lo que los ataques a Illa han sido constantes. Los dirigentes de Junts han acusado a Illa desde el primer momento de "españolista" y le echan en cara el uso esporádico del español. Illa, por su parte, responde a esas críticas redoblando la política lingüística del separatismo.

Illa, tras Santos Cerdán

Con la reunión celebrada este martes, Illa irrumpe en las negociaciones del Gobierno con Junts que habitualmente se han celebrado en Ginebra, Zurich y París. La semana pasada hubo un encuentro entre las delegaciones socialistas y de Junts en Ginebra enmarcada en la agenda normal de reuniones mensuales. El encuentro entre Illa y Puigdemont en la "embajada" de la Generalidad en Bruselas es una ampliación del campo de juego entre socialistas y posconvergentes. Hasta ahora, Illa había quedado al margen de las negociaciones entre el Gobierno/PSOE (representados por Zapatero y Cerdán) con Puigdemont y su partido. Sin embargo, Illa es el gran asesor áulico de Sánchez en todo lo que respecta a Cataluña y la política catalana.

En Junts todavía lamentan el encarcelamiento de Santos Cerdán. Habían encontrado en el que fuera secretario de Organización del PSOE un interlocutor muy dúctil y abierto a las propuestas separatistas. Les inspiraba mucha más confianza que Illa, pero la situación procesal de Cerdán ha alterado el cuadro de las relaciones entre socialistas y Junts. Sánchez quiere que sea Illa quien asuma el papel de negociador. La reunión de este martes en Bruselas habría sido una toma de contacto personal después de no pocas llamadas telefónicas.

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