
De los trenes a la carreteras. De allí a las citas previas en la Administración. De allí a los aeropuertos, cuencas hidrográficas y demás elementos de la Administración abandonados a su suerte. Y ahora, según los funcionarios hasta los helicópteros de la DGT, los de tráfico, que habrían tenido un parón por la falta de renovación a tiempo del contrato de mantenimiento.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), el sindicato más representativo en las administraciones públicas, ha exigido a la Dirección General de Tráfico (DGT) "que depure las responsabilidades que han provocado que la flota de helicópteros de la Unidad de Medios Aéreos (UMA)" haya permanecido en tierra "desde el 1 de septiembre porque el contrato de servicio de mantenimiento terminó y no se procedió a una nueva adjudicación.
CSIF atribuye la situación a la "desidia de los responsables de convocar el nuevo concurso de mantenimiento, que han dejado pasar el tiempo hasta que la concesión concluyó sin un nuevo adjudicatario". "En este sentido, hemos pedido a la Mesa Delegada de Tráfico que dé explicaciones sobre lo ocurrido".
Una flota de helicópteros obsoleta
Los funcionarios señalan que "los helicópteros de Tráfico son esenciales tanto para labores de control aéreo como de seguridad vial, y que las funciones que realizan no pueden ser realizadas por drones", por lo que insta a la DGT a que aclare el proceso de licitación del nuevo contrato de mantenimiento.
"La situación se complica aún más teniendo en cuenta que la flota de helicópteros se encuentra actualmente obsoleta, por lo que CSIF considera necesario una renovación urgente. La antigüedad de los aparatos exige que tengan un mayor mantenimiento y que las averías que sufren sean más complicadas por la dificultad para encontrar repuestos al estar descatalogados", señala CSIF.
Colapso continuo en la Administración
Lo cierto es que las muestras de colapso de la Administración empiezan a ser continuas. Desde los trenes con dos incidencias por día y unos retrasos acumulados en verano que han afectado al 40% de los ferrocarriles, hasta los aeropuertos con una incapacidad de gestión de los sin techo que pernoctaban y de determinadas plagas, hasta las carreteras con problemas graves de mantenimiento en el 52% de su tejido, hasta, ahora, sin ir más lejos, en los propios helicópteros.
Mientras, los distintos funcionarios no han dejado de denunciar un intento de politización de cuerpos como la Inspección fiscal, la judicatura, la Abogacía del Estado, el Banco de España, el INE, el Tribunal de Cuentas, el CIS… Y la crítica es unánime: no se intenta mejorar la Administración, sino colonizarla.


