
El magistrado del Tribunal Supremo que investiga la trama Koldo, Leopoldo Puente, acaba de citar de nuevo a declarar como investigados al exministro José Luis Ábalos, y a su exasesor Koldo García, para los próximos 15 y 16 de octubre. Es más, no descarta endurecer sus medidas cautelares y eso podría suponer incluso el paso a alguna medida de privación de libertad.
Y es que, como ya avanzó Libertad Digital, el último informe patrimonial de la UCO sobre Ábalos incluye con todo detalle lo que parece una lista de pagos en metálico y sobres de dinero que no figura en los movimientos del PSOE. Y eso suena a la contabilidad B por todas partes, hasta el punto de que algunas de las indicaciones de los pagos incluyen expresiones como "Apunta 1800. Jefe B".
Y hasta la propia imputación de presuntos delitos podría ir a más: el Supremo no descarta que Koldo García Izaguirre, con un sueldo público de asesor ministerial, hiciese funciones de asesor de los negocios privados de Ábalos. Es decir, exactamente igual que Cristina Álvarez con Begoña Gómez. O, incluso podría parecerse al papel de Luis Carrero con el hermano de Pedro Sánchez.
Sin rastro de contraprestaciones
Un párrafo en concreto apunta a esta posibilidad: "Sin embargo, del análisis de las cuentas bancarias del Señor Ábalos Meco no resulta la existencia de contrapartidas en favor del Señor García Izaguirre que pudieran compensar la realización de dichos gastos, en principio, enteramente ajenos a la responsabilidad de éste".
Es decir, que el Supremo da por confirmados los servicios privados de Koldo, pero no ve ningún pago por parte de Ábalos como retribución por ese servicio, lo que podría indicar que se ha beneficiado de la dedicación pública de Koldo sin pagar. Y eso podría ser calificado como malversación de caudales públicos.
"De ese modo, indiciariamente resulta que, o bien el Señor García Izaguirre realizaba dichos pagos, en provecho y beneficio del Señor Ábalos Meco, sin contrapartida explícita alguna; o bien el Señor Ábalos le habría devuelto a aquel las cantidades adelantadas en dinero metálico o de otro desconocido modo", añade el auto del magistrado Puente. Pero en caso de ser la opción B, significaría, nunca mejor dicho, que se habría pagado presuntamente con dinero B.
En resumen que el Tribunal Supremo ve una anomalía que un asistente con sueldo público se dedique a los asuntos privados de su superior, fuera de las competencias por las que cobra ese sueldo público. Koldo García Izaguirre sería, así, y a José Luis Ábalos, lo que Cristina Álvarez es a Begoña Gómez. E incluso, podría ser equiparable a algunas de las funciones llevadas a cabo por Luis Carrero -el que fuera elaborador de discursos en Moncloa para Pedro Sánchez y acabó en la Diputación de Badajoz para ayudar a David Sánchez-. Y esta anomalía no la indica un juez de instrucción, sino el Tribunal Supremo.
Porque no se pueden hacer "favores puntuales" de "asuntos privados" a un superior con sueldos públicos. En el caso de Koldo, es presumible que esos "favores" se pagasen en metálico, más allá del sueldo público. Y aún queda por conocer cómo agradecía Moncloa los "favores" de Cristina Álvarez.
"En definitiva, el informe policial referido viene a profundizar en los indicios de criminalidad que ya constaban en el presente procedimiento con relación a ambos investigados, Señores Ábalos Meco y García Izaguirre, quienes pudieran haber mantenido entre sí métodos no transparentes de comunicación de sus respectivos patrimonios, recibiendo indistintamente ingresos irregulares y opacos de diversa procedencia, eventualmente fruto de la comisión de los graves ilícitos penales que se les atribuyen", añade el informe.


