En un ambiente cargado de simbolismo musical el Partido Popular ha vuelto a tomar las calles de Madrid este domingo para exigir el fin de la legislatura de Pedro Sánchez. La puesta en escena no ha dejado nada al azar: la solemnidad cinematográfica de la banda sonora de El Padrino sirvió de preludio para calentar el ambiente, antes de dar paso a los acordes épicos de The Final Countdown, el éxito de Europe que la dirección popular ha utilizado como metáfora de lo que consideran el tiempo de descuento para el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Bajo esta atmósfera, Alberto Núñez Feijóo ha estado arropado por la plana mayor del partido, escenificando una imagen de unidad total. Junto al líder de la oposición, han destacado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, además de los expresidentes del Gobierno, José María Aznar y Mariano Rajoy, así como una nutrida representación del poder territorial del PP, incluyendo a los líderes autonómicos de Castilla y León, Murcia, Baleares, Galicia y Cantabria.
El discurso de Feijóo ha sido directo y contundente, interrumpido constantemente por los gritos de "Pedro Sánchez, dimisión" de los asistentes. El líder popular ha justificado la movilización apelando a la ética institucional: "El Gobierno ha perdido la vergüenza, pero España no ha perdido la dignidad, por eso estamos aquí".
En una de sus intervenciones más duras, Feijóo ha hecho referencia directa a las investigaciones judiciales que cercan al entorno del Gobierno. "El sanchismo está en la cárcel y tiene que salir del Gobierno", sentenció, para acto seguido retar al presidente a convocar elecciones inmediatas, acusándole de "tener miedo" a enfrentarse al veredicto de las urnas.
La voz de la calle: indignación y hartazgo
Más allá de la tribuna de oradores, el malestar se palpaba entre los miles de simpatizantes llegados de toda España. Los testimonios recogidos a pie de calle por Libertad Digital han reflejado la preocupación de la base electoral del PP por la situación política y económica.
Manifestantes desplazados desde Galicia denunciaban la parálisis legislativa: "El Gobierno se está intentando sostener a toda costa sin presupuestos y acorraladísimo por la corrupción". Un sentimiento compartido por asistentes de Getafe, que elevaron el tono calificando la situación de "mafia que utiliza su política para el bien de ellos".
Por su parte, desde la Comunidad Valenciana, los asistentes lanzaron una advertencia directa a los aliados parlamentarios del PSOE: "Los socios de Sánchez tendrán que ver hasta qué punto están dispuestos de sostener este Gobierno corrupto".




