A ver si me entero de la última del Faraón: si voy a tener un hijo con graves deficiencias físicas o mentales, no puedo abortar, no puedo decidir y estoy obligado por cojones a tenerlo...(+)

Siempre viene bien tener un médico kolega, que te
ponga el sello en el papel de "graves deficiencias" total
sólo es un papel, y una vez "ejecutado" el bulto,
¿quién va a verificar las graves deficiencias?.
¿Y si sólo eran leves o ni tan siquiera eran
deficiencias?.
Coño, esto ya lo inventaron los espartanos. No hay
nada como la selección de la raza.

El último globo sonda es que los tres supuestos anteriores quedan reducidos a uno solo de riesgo físico o psíquico para la madre.

De ser así, lo de las malformaciones irá por la vía del daño psíquico.

Y la única diferencia es que en lugar de practicarse en la seguridad social, como se vienen practicando sin problemas los abrotos por graves deficiencias, tendrá que pagarse una clínica autorizada, en el que un psicólogo/psiquiatra certificará que la perspectiva de tener un hijo con graves deficiencias no es buena mentalmente.

Pero ya le digo, es especular por lo que cuentan los medios y habrá que ver como queda realmente el proyecto.

Un saludo

Si somos seres humanos desde ese momento, la muerte
provocada del nonato no puede ser sino un homicidio.

 Por otra parte, un ser humano sólo adquiere el rango de
persona con la integración en la sociedad propiciada por el
desarrollo del instrumento de la conciencia:  el sistema
nervioso funcional y maduro. 

Esta distinción  coloca la decisión sobre la existencia del
nonato en un difícil ámbito de ambigüedad porque entre el
ser humano y la persona formada caben todo tipo de
vicisitudes que pueden  mermar en distinto grado la condición
de persona. 

 En ese ámbito, en el que las decisiones dejan de asumir
principios categóricos, en el que los hechos pueden adquirir
distintos matices e interpretaciones, es donde el juicio ético
puede oscilar entre extremos tan distantes entre sí como  la
frivolidad y la piedad.

En general, la protección del ser humano debería ser un
principio irrenunciable de cualquier legislación. Sin embargo,
cuando las circunstancias establecen condiciones que exceden
la normalidad, no resulta tan evidente la decisión sobre lo
que es y lo que no es correcto. 

Y porque delimitar esa frontera puede exceder los
conocimientos o la capacidad de análisis de los ciudadanos
menos preparados, que no disponen de información suficiente
sobre los avances médicos que pudieran paliar o incluso curar
las  minusvalías detectadas, cabe recurrir a instancias ad hoc
capaces de establecer cuándo ese homicidio legal no ha de
implicar la sanción a padres con su propio criterio sobre el
sacrificio familiar.

Los católicos, siguiendo las disposiciones de la Iglesia,
cuestionan la misma posibilidad de que exista distinción
alguna entre las etapas del desarrollo y no reconocen
diferencias en la carne imbuida por el ánima. 

Pero no todos los ciudadanos son católicos y la legislación ha
de ajustarse a principios humanistas antes que a los
confesionalmente religiosos. 

En definitiva, el aborto no debería ser tomado como un simple
método contraceptivo pero tampoco como una opción a la
que no se pueda recurrir en casos que van mucho más allá
de la normalidad.

Si no recuerdo mal,el PP decía que derogaría la últiam reforma que hizo Zapatero y volvería a dejar la ley como estaba antes.

Ahora se anuncian (veremos cómo se concretan) cosas distintas.

¿Por qué digo que toda esta polémica es una estrategia?

Pues porque los acontecimientos económicos y políticos están concitando una peligrosa opinión mayoritaria entre los afectados. Los médicos,los maestros,los bomberos,los jardineros etc etc están respondiendo a los ataques del gobierno por encima de sus afinidades ideológicas.

Por eso es preferente romper ese frente común y ahí es donde entra el tema del aborto para radicalizar posturas y volver a romper lo que la economía había unido.

Cuando Zapatero reformó la ley,se le argumentó en contra que no había una demanda social que lo pidiera.Y era cierto.

Ahora tampoco. Es más,se está desactivando la ley de dependencia y si algo hay claro es que, de aprobarse lo que decía Gallardón,sería imprescindible una ley de dependencia funcionando a todo rendimiento para cumplir con lo que se promete al nasciturus con graves deficiencias.

Un saludo