Con orgullo y con pasión.
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Con orgullo y con pasión.
Enviado por Casio el día 15 de Junio de 2012 a las 20:56
Sin soberbia vana, pero con orgullo de pertenencia y pasión ibera España se enfrenta a sus dos ancestrales enemigos, el exterior y el propio.
Ahora hemos de olvidarnos de nuestras rencillas, hemos de formar en una masa crítica común, hemos de darnos cuenta que por partes somos débiles, y unidos indestructibles.
España debe recuperar su orgullo de nación, si algunos quieren, de naciones, que eso no hace daño a nadie, siempre que todos formemos fuerza común, por nuestros intereses.
Los intereses espurios de los mercados, no pueden imponer su “racional interés” a nuestra nación, que puede merecer castigo, en la figura de sus representantes, pero no en el costillar de un pueblo trabajador e inocente de los desmadres y el desenfreno.
Algunos deben pensar, que todos se han aprovechado de la misma situación, pero no es verdad, y aquí quiero romper una lanza por la economía productiva, que en nada se parece a la economía financiera, que ha manejado el país, y cuyos errores ahora pagamos todos.
Unión de la nación, unión cívica, sin oligarcas ni patriotas de cartón piedra, siempre dispuestos a aprovechar cualquier situación, honor y gloria a los empresarios que engrandecen a la nación, honor y gloria a los trabajadores, honor y gloria a los ciudadanos de bien, orgullosos de su pertenencia, y con pasión por salvar ese honor.
No somos gallitos, seamos humildes, pero no permitamos que nadie nos castigue en la cresta, sobretodo, si quieren hacerlo de forma gratuita, seamos nación, nos conviene a todos.
Ahora hemos de olvidarnos de nuestras rencillas, hemos de formar en una masa crítica común, hemos de darnos cuenta que por partes somos débiles, y unidos indestructibles.
España debe recuperar su orgullo de nación, si algunos quieren, de naciones, que eso no hace daño a nadie, siempre que todos formemos fuerza común, por nuestros intereses.
Los intereses espurios de los mercados, no pueden imponer su “racional interés” a nuestra nación, que puede merecer castigo, en la figura de sus representantes, pero no en el costillar de un pueblo trabajador e inocente de los desmadres y el desenfreno.
Algunos deben pensar, que todos se han aprovechado de la misma situación, pero no es verdad, y aquí quiero romper una lanza por la economía productiva, que en nada se parece a la economía financiera, que ha manejado el país, y cuyos errores ahora pagamos todos.
Unión de la nación, unión cívica, sin oligarcas ni patriotas de cartón piedra, siempre dispuestos a aprovechar cualquier situación, honor y gloria a los empresarios que engrandecen a la nación, honor y gloria a los trabajadores, honor y gloria a los ciudadanos de bien, orgullosos de su pertenencia, y con pasión por salvar ese honor.
No somos gallitos, seamos humildes, pero no permitamos que nadie nos castigue en la cresta, sobretodo, si quieren hacerlo de forma gratuita, seamos nación, nos conviene a todos.