Las inundaciones han obligado a los habitantes de varias partes del estado de Iowa a abandonar sus casas, tras varias semanas de intensas lluvias, mientras que en gran parte de Estados Unidos están atravesando una ola de calor.
En la ciudad de Rock Valley, de 4.200 habitantes, las sirenas han sonado de madrugada para pedir a los residentes que abandonaran sus hogares ante el peligro de desbordamiento del ría Rock. La ciudad carecía ya de agua corriente debido a que los pozos estaban inutilizables.

