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¿Cambiará de manos el Senado? ¿Serán mayoría los republicanos?

Daniel Rodríguez Herrera analiza la situación del Senado en Estados Unidos de cara a las próximas elecciones.

Daniel Rodríguez Herrera analiza la situación del Senado en Estados Unidos de cara a las próximas elecciones.

Joe Biden ha podido contar con mayoría en el Senado durante todo su mandato. En los primeros dos años había empate a 50, pero decidía el voto de la vicepresidenta Harris. En estos dos últimos, ha contado con una mayoría de 51 a 49. Pero el mapa electoral este año favorece a los republicanos. ¿Podrán conseguir una mayoría?

Cada dos años se renueva la Cámara de Representantes al completo y un tercio del Senado, pues los senadores tienen un mandato de seis años. En esta ocasión, hay 38 senadores republicanos que no se presentan a la reelección y otros once que se presentan en estados con una estable mayoría republicana. A estos hay que sumarle el gobernador Jim Justice, que se presenta al Senado en Virginia Occidental y que tiene una ventaja en las encuestas de unos 30 puntos. Así que el suelo republicano este año es de 50 senadores. Uno más y podrían lograr el control de la Cámara Alta gane quien gane las elecciones presidenciales.

La esperanza de los demócratas reside, primero, en conseguir vencer en alguna de esas once jurisdicciones que se consideran seguras, y segundo, lograr que sus senadores más vulnerables logren permanecer en el cargo. Los senadores republicanos que peor lo tienen, según las encuestas, son Ted Cruz en Texas y Deb Fischer en Nebraska, pero ni siquiera el comité del Partido Demócrata encargado de ayudar en dichas campañas está poniendo dinero de verdad en ninguno de los dos estados, así que parece una apuesta improbable.

Otra cosa distinta son los senadores más vulnerables, cuya permanencia en el cargo parece la apuesta real de los demócratas para mantener una mayoría en el Senado siempre y cuando Kamala Harris gane y vuelvan a tener el voto de desempate. De todos ellos, el que peor parece tenerlo es Jon Tester, de Montana, un estado donde Trump ganará cómodamente. Tester es uno de los pocos supervivientes, con Susan Collins en Maine y Sherrod Brown en Ohio, de una era en la que no era raro que un estado fuera seguro para un partido en las presidenciales pero que votara a un senador del partido contrario. Todas las encuestas hechas hasta ahora muestran a su rival por encima con una distancia cómoda, que ha llegado a ser de ocho puntos.

Pero hay otros tres senadores demócratas que parecían tener una ventaja cómoda sobre sus rivales republicanos hasta que las encuestas más recientes han convertido sus carreras electorales en un empate técnico. Son el ya mencionado Sherrod Brown, Bob Casey Jr. en Pennsylvania y Angela Alsobrooks en Maryland. Sería una sorpresa que los republicanos se encontraran en la próxima legislatura con 54 senadores, sin duda, pero si las encuestas, como ha pasado casi siempre hasta 2022, minusvaloran sus candidaturas, tampoco sería una sorpresa tan grande. Lo sería mucho más si los demócratas mantienen el Senado en sus manos.

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