El candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, ha cambiado el traje por un delantal para freír y vender patatas fritas en un McDonalds en Pensilvania. Lo ha hecho durante su visita en vísperas de las elecciones del próximo 5 de noviembre. Además de ser la cadena de comida rápida favorita del expresidente, lo ha hecho a modo de crítica a su rival Kamala Harris, quien contó durante la campaña que trabajó en la cadena rápida durante su época universitaria. Aprovechando la falta de documentación oficial, Trump ha optado por esta táctica para arremeter contra la candidata.
Según la campaña de Harris, la vicepresidenta trabajó durante el verano de 1983 en un McDonald's de la ciudad de Alameda (California), atendiendo en la caja registradora y cocinando patatas fritas, para pagarse los estudios en la Universidad de Howard, en Washington.
Aparentemente, la primera vez que habló de ello en público fue en su primera campaña presidencial de 2019, cuando se unió a los trabajadores en huelga de esa empresa en Las Vegas. Trump ha centrado parte de su campaña en desmentir este relato puesto que, como afirma, no se ha encontrado ningún contrato, ningún compañero o jefe, ni ningún testigo que lo declare. En un mitin celebrado el viernes en Detroit, Trump reiteró su acusación, afirmando que Harris "mintió acerca de haber trabajado en McDonald's".
"Con esto ya trabajé 15 minutos más que Kamala", comentó el candidato a la presidencia de Estados Unidos. "Ella nunca trabajó en McDonald's, McDonald's acaba de confirmarlo de nuevo, por cierto", expresaba.
Trump is working a shift at McDonalds right now, for no reason other than to troll Kamala for lying.
That's it. 😂
Say what you want about him, but the man is objectively hilarious. pic.twitter.com/VBu9dVhlQR
— Clandestine (@WarClandestine) October 20, 2024
Su afición por McDonald’s
Fueron decenas de personas las que hicieron fila para que Trump les atendiera. No es el primer contacto que el candidato tiene con Mcdonald’s. Durante su presidencia, cerca de la Casa Blanca, el Servicio Secreto le llevaba pedidos. En 2019, Donald Trump recibió a los jugadores del Clemson Tigers, campeones de futbol americano universitarios con cientos de hamburguesas.
"Soy una persona muy limpia. Me gusta la limpieza, y creo que es mejor ir allí que a un lugar en el que no tienes ni idea de dónde viene la comida. Es un estándar determinado", dijo Trump a CNN en un foro abierto en 2016, haciendo referencia a que prefiere la comida en masa y procesada y que con una hamburguesa mala se puede destruir McDonald’s