España está enviando a Ucrania una veintena de unidades del M113 TOA (Transporte Oruga Acorazado) para ayudar a frenar la invasión rusa. Un compromiso adquirido a finales del pasado mes de agosto pero que no se ha ejecutado hasta este mes de febrero. Defensa tuvo que seleccionar las unidades precisas y ponerlas en manos de la industria para que estuviesen en perfecto estado de operatividad cuando llegasen a manos ucranianas.
Estos vehículos pesados han salido en las últimas horas del puerto de Bilbao, desde donde han partido a un puerto aliado en el Mar Báltico. Desde allí los ucranianos los introducirán en su territorio por sus canales logísticos a salvo de los bombardeos rusos. Un vehículo que ya han donado otros países aliados y que destaca principalmente por su versatilidad, razón por la que presta servicios en más de 50 países desde que entrasen en servicio en 1960.
Las Fuerzas Armadas han llegado a tener en servicio hasta 1.300 unidades de este vehículo, aunque poco a poco se han ido retirando algunas unidades. 700 de ellas han sido modernizadas en el periodo 2015-2023 para extender su uso durante al menos una décadas más, hasta que las unidades de su sustituto empiecen a salir de fábrica. Un sustituto del que todavía no se sabe nada, porque el programa Vehículo de Acompañamiento al Combate (VAC) no se pondrá en marcha hasta este 2023.


