El de Joël Le Scouarnec es el perfil de "un monstruo". Así lo ha definido una sobrina a la que violó en los 80 con tan sólo 4 años de edad. Sin embargo, es tan sólo la punta del iceberg de lo que se ha conocido después, el mayor caso de abuso sexual infantil de la historia en Francia que se juzga este lunes, apenas dos meses después de la condena a Dominique Pelicot por las violaciones salvajes y múltiples a su mujer que, también, han sacudido al mundo.
En este caso, durante tres décadas, Joël Scoaurnec, un cirujano digestivo, hoy de 74 años, habría violado y agredido sexualmente a 299 pacientes en varios hospitales públicos y privados del noroeste francés. La gran mayoría eran menores de edad a los que sedaba o engañaba para cometer sus atrocidades, como a Mathis. Fallecido de una sobredosis, con 24 años, tras descubrir su caso.
Con 10 años, en 2007, fue a su consulta. "No teníamos ni idea" de lo que pasó", aseguran sus abuelos, "pensaría que era normal que lo examinase así a esa edad". Era un depredador de niños que ha destrozado mi vida y la de muchos otros, confiesa otra mujer que oculta su identidad, también una de sus víctimas con 10 años de edad. Su agresión sexual la ha conocido ahora como adulta, con 40 años y madre de tres hijos, porque Joel las anotaba todas, el mismo día de su atención hospitalaria, en sus diarios personales.
Descubiertos, junto a otros objetos y contenido audiovisual de pornografía infantil, en la investigación por violaciones y abusos a otras niñas fuera de los centros hospitalarios por las que fue condenado en 2020. En los hospitales en los que trabajaba las agresiones eran repetidas, confiesa François, víctima con 12 años, que continúa en tratamiento antidepresivo como adulto y señala ahora a las autoridades, que no tuvieron en cuenta la condena a Scouarnec en 2005 por posesión de material pedófilo, ni tampoco las sospechas y denuncias de un compañero en sus últimos años profesionales hasta su jubilación.