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Perú, su triste (y preocupante) presente y un futuro cada vez más incierto

El desastroso gobierno de Castillo se une a un Congreso que no parece tomar decisiones y un futuro cada vez más incierto.

El desastroso gobierno de Castillo se une a un Congreso que no parece tomar decisiones y un futuro cada vez más incierto.
Pedro Castillo. | Presidencia Perú

Que la situación del Perú es grave no es ninguna sorpresa para nadie, en especial después de poco más de un año de un Gobierno del comunista Pedro Castillo lleno de incertidumbre e improvisación que ha agravado aún más la crisis política social y económica.

Sin embargo, y aunque esto parezca difícil, la situación puede agravarse aún más. La ofensiva de Castillo y de sus ministros contra la prensa no parecen ser exabruptos momentáneos, si no una clara estrategia para buscar desprestigiar a los medios de comunicación y lograr que sean atacados por sus seguidores.

Con la detención de su sobrina Yenifer Paredes, que se entregó a la Fiscalía un día después de que la Policía llegara a la sede presidencial para buscarla, y la decisión de varios de sus excolaboradores de dar información, las dificultades para Castillo podrían aumentar en las próximas semanas. Muchos expertos en materia judicial creen que la próxima que será buscada por la Fiscalía y la policía es la propia primera dama Lilia Paredes por formar parte de la misma organización criminal de la que el presidente sería el cabecilla, según han determinado las investigaciones fiscales gracias a las declaraciones de otros involucrados, entre ellos la empresaria Karelim López.

Esa posibilidad ya ha provocado la reacción de Castillo quien señaló este domingo: "sé que se la van a llevar a mi esposa, quieren engrilletarla y quieren engrilletar también al resto de mi familia y quieren quebrarme". Agregó que "nosotros venimos de la adversidad, venimos de abajo, venimos del sufrimiento. Voy a resistir hasta que el pueblo me diga resiste y hasta acá y por eso no nos van a quebrar".

Nueva variable de crisis

Por si todo esto fuera poco, la excarcelación este sábado de Antauro Humala, hermano del expresidente Ollanta Humala, agrega un ingrediente que bien podría abrir un nuevo frente de desestabilización política en el Perú. Aunque la institución penitenciaria publicó un comunicado tratando de explicar las razones de su salida de la cárcel, lo cierto es que Castillo y Perú Libre nunca han ocultado sus deseos de que este exmilitar, sentenciado por asesinato, secuestro y rebelión, sea excarcelado.

En una entrevista con la emisora Exitosa en febrero de 2021, es decir antes de la primera vuelta electoral, Castillo dijo que "en el caso de Antauro Humala, creo que bajo las facultades presidenciales, sí daríamos el indulto por exceso de carcelería".

Además, según recuerda El Comercio, en abril habló sobre "la situación en la que se encuentra nuestro compatriota Antauro Humala". Sobre el exmilitar encarcelado dijo que "una vez siendo elegidos presidente de la República, inmediatamente asumiremos, haciendo presente al país, el indulto a nuestro compatriota Antauro Humala, tal como las facultades presidenciales así lo exigen. Palabra de maestro".

La puesta en libertad de Antauro Humala abre otro problema y es que no parece que desaparezca de la vida pública. A su salida dijo que "la historia nos da la razón, ahora vemos que la derecha ha fracasado durante dos siglos y vemos que la izquierda fracasa con sus mismos vicios". Además, no mostró ningún arrepentimiento después de 17 años en prisión: "Nos sentimos todos muy orgullosos de lo que hicimos en Andahuaylas. Los tribunales aún no, pero los hechos nos dan la razón. ¿Dónde están los presidentes contra quienes nos rebelamos hace 17 años? Toledo está prófugo, corrupto y ladrón. Kuczynski, que era ministro de Toledo durante el Andahuaylazo, igualito".

Uno de los más satisfechos por esta decisión fue el propio líder del partido marxista leninista Perú Libre, Vladimir Cerrón.

La variable del Congreso

Más allá de la baja aprobación que mantiene Castillo desde el inicio de su mandato, otro poder que no parece levantar cabeza es el Congreso que desde hace varios meses ha recibido el pedido ciudadano para iniciar el proceso de destitución contra el presidente. Sin embargo, en las dos veces que lo ha intentado, los votos no han estado cerca de lograrlo.

En uno de los peores momentos de la relación entre Ejecutivo y Congreso, el primer ministro Aníbal Torres fue invitado por algunos congresistas para que explique sus palabras en las que alentaba a los seguidores de Castillo a que se movilicen para poner "de rodillas" a la oposición y logren su tan ansiada nueva Constitución. gran parte de la población esperaba que esta presentación diera paso a una interpelación del primer ministro y una posterior censura lo que hubiera obligado a Castillo a diseñar un nuevo gabinete. Sin embargo, nada de esto ocurrió ante el asombro de la opinión pública.

Pero eso no fue todo. Ese mismo día se debía abordar la moción de interpelación contra el ministro de Transportes y Comunicaciones, Geiner Alvarado, señalado como parte de la organización criminal liderada por Castillo. La tesis fiscal lo apunta como "cabecilla" de la red que intentó "copar importantes entidades del Estado con personas de estrecha confianza". Pese a eso, el Congreso decidió postergar esa moción hasta el 1 de septiembre. Mientras tanto, Alvarado sigue al frente de un ministerio, que fue encabezado al inicio de la gestión de Castillo por Juan Silva, otro miembro de la organización, actualmente fugado de la Justicia.

Todos estos elementos apuntan a una situación límite en Perú en el que el Gobierno de Pedro Castillo no logra revertir la situación y con un Congreso que no parece convencido de la conveniencia de una salida del presidente por vía legislativa.

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