
El expresidente argentino Alberto Fernández ya no es el presidente del Partido Justicialista, el partido peronista. Ha dimitido este miércoles tras su imputación por un presunto delito de violencia de género y lesiones graves contra su expareja Fabiola Yáñez. Fernández asegura que no quiere "involucrar a su partido" e insiste en su inocencia.
"En el marco de la denuncia por presunta violencia de género a partir de la cual estoy siendo investigado en la Justicia Federal, vengo a elevar mi renuncia indeclinable al cargo de presidente del Partido Justicialista orden nacional con el que oportunamente me honrara", ha señalado el expresidente argentino a través de un mensaje remitido a Gildo Insfrán, apoderado del partido.
En su escrito, difundido por medios locales, Fernández afirma que toma esta decisión "con el único propósito de no involucrar al partido" en el que siempre militó en los hechos que "falsamente" se le "endilgan".
"Deseo que ninguna esquirla del linchamiento mediático al que estoy siendo sometido pueda lastimar a este partido en el que militan hombres y mujeres que tanto hicimos por la igualdad de géneros y respeto a las diversidades", sostiene en su escrito.
"Mi alma lastimada por tanto escarnio"
Fernández presidía el Partido Justicialista (creado por Perón) desde marzo de 2021 tras vencer en un proceso en el que su lista fue la única que se presentó a la elección. Ahora, abandona el cargo aunque insiste en que los hechos que se le imputan "son falsos".
En su comunicado asegura que aún espera que "la Justicia actúe como tal, deje de lanzar irregularmente datos a través de los medios de comunicación" y le permita ejercer su derecho legítimo a la defensa.
"Con mi alma lastimada por tanto escarnio y siendo víctima de una cruel operación que también lastima a mis hijos, saludo a cada compañero y compañera con mi compromiso de siempre", concluye Fernández en su carta de renuncia.
Delitos de lesiones graves
El federal Ramiro González, a cargo de la investigación abierta por la denuncia contra Fernández impulsada por Yáñez por presunta violencia machista, imputó este miércoles al exmandatario de los delitos de lesiones graves doblemente agravadas por el vínculo y por darse en un contexto de violencia de género y de amenazas coactivas en perjuicio de su expareja.
Con esta acusación, el procurador solicitó recabar las primeras pruebas en el marco de la denuncia presentada a partir de fotografías y conversaciones halladas por la Justicia en el teléfono de la secretaria de Fernández, como parte de una investigación por presunta corrupción en la contratación pública.
En su dictamen, el fiscal afirmó que Yáñez "sufrió una relación atravesada por hostigamiento, acoso psicológico y agresiones físicas en un contexto de violencia de género e intrafamiliar" asentado "sobre una relación asimétrica y desigual de poder que se ha desarrollado a lo largo del tiempo, la cual se vio acrecentada exponencialmente por la elección de Fernández como presidente", en 2019, y "el ejercicio del cargo", hasta diciembre pasado.

