Pese a que han pasado casi cuatro meses del fraude electoral provocado por el chavismo, la líder opositora María Corina Machado mantiene su posición para denunciar las claras irregularidades y ha pedido a la comunidad internacional neutralizar los apoyos internacionales que tiene el gobierno del dictador Nicolás Maduro, entre los que mencionó a Rusia, Irán y Cuba, de los pocos países que han reconocido el supuesto triunfo del dictador.
En una entrevista con la Agencia EFE, Machado pidió "a los pueblos del mundo que lleven sus voces y que presionen duro porque el momento de actuar es hoy" y agregó que "el régimen tiene apoyos internacionales que tienen que ser (...) neutralizados por la comunidad internacional. Me refiero a Irán, Rusia, Cuba, a las redes del narcotráfico, del crimen organizado internacional, de los movimientos extremistas islámicos como Hezbolá, que todos sabemos que han operado en Venezuela".
En ese sentido, señaló que las decisiones de Donald Trump tras su triunfo electoral dejan "señales inequívocas" del rumbo que tendrá su política internacional: "Ha quedado muy claro, con las designaciones que ha hecho hasta este momento (…) en materia de política internacional y de seguridad, cuáles son sus prioridades". Sobre la confirmación de Marco Rubio como nuevo secretario de Estado, la opositora consideró que era una señal "muy potente" para la región pues el actual senador por Florida conoce "las amenazas reales en el hemisferio, de regímenes como el de Nicaragua, el de Cuba y el de Venezuela".
Machado dijo que "al lograr una transición democrática en Venezuela, que Maduro salga del poder, nuestra lucha continúa para liberar a Cuba y Nicaragua, y eso es un compromiso que yo y todos los venezolanos hemos asumido con estos pueblos hermanos que, de alguna manera, tienen en sus principales pilares al régimen de Maduro".
Sobre el futuro de Venezuela, instó al dictador Maduro a negociar su salida del poder antes del 10 de enero, fecha en la que comenzará su nuevo periodo: "Una cosa es una negociación antes y otra cosa es una negociación después del 10 de enero. Para el régimen, si se aferra a la fuerza, la situación va a ser sustancialmente más compleja a partir de ese día".
También se refirió a sus sensaciones respecto a otros países que no han reconocido la victoria del dictador: "Siento que hoy las señales son cada vez más firmes y más claras de los aliados del mundo, de los aliados democráticos, en el sentido de que Maduro se tiene que ir y de que el tiempo se les acabó y por su propio bien tienen que aceptar una transición a la democracia".