
Era cuestión de tiempo. Como el propio José Daniel Ferrer aseguró que ocurría tras su excarcelación, en declaraciones a Libertad Digital, ha vuelto a ser detenido. Desde el principio tuvo claro que no iba a cumplir con los "requisitos" que trataban de imponerle para mantener su libertad y esto le llevaría de vuelta a prisión. A él y a los que —como él— siguieran defendiendo los derechos de los cubanos ante la opresión del régimen comunista.
Es el caso del opositor histórico Félix Navarro —de 71 años— arrestado también en esta nueva oleada de detenciones ordenadas por la dictadura de Miguel Díaz-Canel. Fue capturado cuando se dirigía a visitar a su hija —Saily— a la cárcel. Ella no esta incluida entre los presos políticos beneficiados por las excarcelaciones (ejecutadas el pasado mes de enero) que el régimen negoció con Biden con la mediación del papa Francisco.
🚨 La dictadura en Cuba no tiene límites. Han vuelto a detener al líder de la oposición, José Daniel Ferrer, solo tres meses después de su excarcelación.
Esta detención, que incluyó a su esposa, su hijo y otros activistas, refleja el clima de represión que vive el país y es… pic.twitter.com/vuVJruKndl
— Gabriel Mato Adrover (@GabrielMatoA) April 30, 2025
En su momento, organizaciones como Prisoners Defenders insistieron en matizar que las llamadas "liberaciones" no eran más que excarcelaciones, ya que podían ser revocadas en cualquier momento. Y exactamente así ha sido. El Tribunal Supremo Popular de Cuba lo confirmó el pasado lunes. Una decisión que los tribunales provinciales populares de Matanzas y Santiago de Cuba adoptaron porque ambos —señaló— "incumplieron lo establecido en la ley durante el período de prueba al que estaban sujetos".
Europa exige su liberación
La Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo ha expresado su profunda preocupación por estas detenciones y ha exigido "la liberación inmediata e incondicional" de los dos opositores. "Reafirmamos nuestro llamado a las autoridades cubanas para que respeten los derechos fundamentales y garanticen que todos los ciudadanos tengan la libertad de expresarse sin temor a ser perseguidos, incluso aquellos con opiniones disidentes", señala el comunicado.
Sobre el caso de @jdanielferrer y Félix Navarro, @eu_eeas insta "a liberar a todas las personas detenidas por ejercer su derecho a la reunión pacífica y a la libertad de expresión" y "reitera su llamamiento al pleno respeto de los derechos humanos", y "utilizará todos los… pic.twitter.com/LEgFYNBian
— Prisoners Defenders (@PrisonersDFNdrs) April 30, 2025
Intercambio fallido
La administración Biden anunciaba el martes 15 de enero de 2025 la retirada de Cuba de la lista de países promotores del terrorismo y la eliminación de ciertas limitaciones financieras para la isla caribeña. Todo a cambio de 553 excarcelaciones que no se completaron porque se bloquearon unos días después. Se calcula que se llevaron a cabo alrededor de 200.
La negociación muy similar a la que en su momento llevaron a cabo los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero en 2010 y Barack Obama en 2015, recordó el opositor y expreso político José Daniel Ferrer -una de las cabezas más visibles de la disidencia cubana en la actualidad- durante una entrevista concedida a Libertad Digital.
Libertad con condiciones
Ferrer fue excarcelado el 16 de enero de 2025. Llevaba tres años y medio en prisión -desde las protestas masivas del 11J- y hacía meses que debería haber salido de ella. "La mayoría de los presos habían pasado el tiempo necesario para obtener la libertad condicional y ahora se la dan como regalo por esta negociación", exclamaba. Cuando le comunicaron que había sido "seleccionado" entre los reclusos "beneficiados" por el mencionado acuerdo, él lo rechazó pero fue obligado a salir de la cárcel (bajo amenazas y advertencia oficial firmada).
Ferrer sabía que, como a muchos de los presos políticos que sacaron de prisión en enero, no iba a tardar en volver a su celda. Para permanecer en la calle, debía: renunciar al activismo político, firmar una vez al mes ante un juez y buscar un trabajo -le dijeron- "socialmente útil". Tenía claro que no cumpliría con esos "requisitos". "Prefiero seguir hasta morir en prisión antes que aceptar libertad con condiciones", les dijo a sus carceleros cuando le comunicaron la noticia de su excarcelación, "que, si era así, mejor me dejaban en prisión". "Podía esperar hasta que cayese la tiranía para salir en libertad".
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