
"La gente muriéndose por enfermedades transmitidas por mosquitos, que son producto de la suciedad, la falta de agua y de medicinas, provocada por un Estado que no cumple con sus responsabilidades básicas; y los dueños de Cuba, los militares, vendiendo EN DÓLARES repelente para mosquitos", denuncia en Facebook José Raúl Gallego.
El periodista cubano comparte la indignación de la que otros muchos ciudadanos también han dejado constancia en las redes, ante la desfachatez mostrada por el régimen comunista al anunciar los repelentes de mosquitos como productos "al alcance de tu mano". "Los están vendiendo en la cuarta parte de lo que cobran muchos jubilados", asevera Gallego.
"Donde para los cubanos hay una muerte, un sufrimiento, una miseria; para la dictadura hay un negocio", añade el periodista en un post en el que comparte uno de los anuncios de la cadena de Tiendas Caribe —empresa estatal fundada por indicación de Fidel Castro en 1994— con los precios en dólares y el eslogan "Siempre contigo, siempre a tu lado".
Cabe recordar que Cuba pasa por una situación epidemiológica "muy compleja", como reconoció el miércoles la viceministra de Salud Pública —Carilda Peña—, que se refirió a la circulación simultánea de diferentes arbovirus (transmitidos por insectos) como un problema "nacional" y reconoció por primera vez tres fallecidos por dengue (se calcula que hay muchos más).
La situación real
A día de hoy es prácticamente imposible saber cuántas infecciones por dengue —y otros virus, como el chikungunya y el oropouche— hay en la isla. Como denuncian los medios locales independientes y los propios cubanos en sus redes sociales, no se están haciendo test para diagnosticar los distintos virus. Y la dictadura oculta el verdadero alcance de la crisis sanitaria.
Entre otras cosas porque no hay reactivos suficientes, pero — según afirmaba la doctora cubana Daily Coro en declaraciones a Libertad Digital— también porque el régimen comunista prioriza "el mantenimiento de cifras favorables por encima de la preservación de vidas". Ella misma ha sido testigo de que "muchos casos sospechosos quedan sin validar y, por ende, excluidos de las estadísticas oficiales".
Afirmaciones que encajan con la que han hecho distintos activistas y organizaciones pro derechos humanos, desde dentro y fuera de la isla. "Están muriendo muchas personas en Cuba, sin saber siquiera de qué", afirmaba a través de Facebook la disidente cubana Anamely Ramos tras perder a su abuela.
La situación está descontrolada. La propia Peña reconocía —durante una entrevista concedida a la televisión estatal—que la falta de combustible impide realizar las fumigaciones necesarias y que el dengue ya está presente en 12 de las 15 provincias cubanas. La pobreza extrema, la falta de higiene y medicamentos, los apagones frecuentes y la insuficiente recogida de basuras han creado el entorno perfecto para la proliferación de enfermedades.


