Para algunos, es un niño prodigio; para otros, un fraude o una marioneta en manos de un padre explotador. Abhinav Arora es admirado y también criticado, desde que dio el salto a la fama hace aproximadamente un año. Fue a raíz de que se viralizase un video en el que el menor oraba -entre lágrimas- a Ganesha, uno de los principales dioses de la mitología hindú (representado por un cuerpo humano con cabeza de elefante). Le rogaba: "Jaldi aana (ven pronto)".
Desde entonces, este pequeño de Delhi se ha convertido en una especie de influencer espiritual en la India. Abhinav Arora es un muy precoz predicador y creador de contenidos religiosos. Tiene 10 años de edad y acumula alrededor de 1,5 millones de seguidores en sus redes sociales. Sólo en Instagram ha logrado superar los 950.000, mientras que el resto de sus fans salen de sus suscriptores de Youtube y sus amigos de Facebook.
Con ellos, comparte: enseñanzas del movimiento hinduista Bhakti o de Krishna, su participación en celebraciones u otros eventos religiosos, sesiones de preguntas y respuestas, encuentros con otros gurús, música devocional, oraciones, etc. Según ha contado en distintas entrevistas, comienza su día a las 3.30 horas y lo primero que hace es leer el rosario hindú. A las 4.00 horas hace pooja (adoración a una deidad con lámpara e incienso, oraciones, mantras y ofrenda) en casa.
¿Prodigio o fraude?
Supuestamente, el menor habla hindi, sánscrito e inglés con fluidez. Ofrece conferencias por todo el país y acude habitualmente a programas de radio, televisión o plataformas digitales. Destaca por su elocuencia a la hora pronunciar discursos sobre las antiguas escrituras hindúes, en particular el Bhagavad Gita, y otros textos antiguos. Según su padre, Tarun Raj Arora, Abhinav siempre tuvo una inclinación hacia la espiritualidad. De hecho, asegura que detectaron este interés cuando tenía sólo 3 años.
Todas estas circunstancias le han valido para recibir el calificativo de "niño prodigio" en ciertas ocasiones. En diciembre de 2023, el pequeño fue nombrado "el orador espiritual más joven de la India" por el ministro de la Unión, Nitin Gadkari. Y muchos de sus seguidores le llaman cariñosamente "Bal Sant Baba (niño santo)". Apodo que -claro- él ha aceptado con agrado y también utiliza. Aunque, saborear las mieles del éxito, tiene un precio.
Acoso y amenazas
El pequeño Abhinav Arora no sólo recibe las críticas de quienes señalan que todas sus alocuciones han sido minuciosamente preparadas y que es su padre quien habla en boca del menor. Su familia -que es quien gestiona sus cuentas en redes sociales, indican en los distintos perfiles- asegura que está siendo acosado por varios yotubers (denunciaron a siete de ellos el pasado lunes, ante un tribunal de Mathura) e incluso ha sido amenazado de muerte por un líder de la mafia.
Se trata de Lawrence Bishnoi, jefe de una banda de gangsters de la India a la que se vincula con cientos de tiroteos y ataques violentos y que estaría detrás de las recientes amenazas denunciadas por el actor de Bollywood Salman Khan y el legislador Pappu Yadav. Según la madre del "niño santo", recibieron una llamada de alguien que hablaba en nombre del grupo y que "matarían a Abhinav". Advertencia que habrían repetido posteriormente en un mensaje, ha asegurado la mujer a la agencia de noticias india ANI.
¿Qué hizo el menor?
Las amenazas serían consecuencia de la actitud poco decorosa que el pequeño adoptó durante la celebración de un evento religioso, que motivó una llamada de atención por parte de un líder espiritual llamado Swami Rambhadracharya, que le pidió que abandonara el escenario. No le gustaron los modales del pequeño, que bailaba e interpretaba cantos religiosos ante los santos, mientras él pronunciaba su sermón "sobre un tema serio", ha explicado.
Algo que ha desatado una ola de indignación en el país. Tanto es así que muchos de los seguidores del mencionado gurú en Nueva Delhi esperan a los miembros de la familia de Abhinav Arora en la puerta de su casa para reprenderles. "¿Cuánto tiempo lo toleraremos?", se preguntaba la madre del menor en declaraciones a los medios de comunicación.