La mujer de 54 años que desapareció el pasado 31 de agosto en la localidad madrileña de Villalbilla -Raquel B.L.- ha sido hallada muerta en una estancia insonorizada y sin ventanas, que estaba cerrada, ubicada en el sótano de su vivienda. Un chalet de gran tamaño que compartía con su marido. El varón ha resultado detenido como "presunto autor de los hechos", han confirmado fuentes cercanas al caso a Libertad Digital.
Según la versión que el arrestado ofreció cuando acudió a poner la denuncia ante la Guardia Civil días después de que su esposa desapareciera, ella salió de casa para ir a ver su madre, que vive en Griñón (a unos 75 kilómetros del domicilio familiar), y ya no volvió. Sin embargo, los agentes detectaron que había contradicciones en su relato y automáticamente se convirtió en sospechoso.
Además, ya en las primeras pesquisas, descubrieron que nadie vio a Raquel aquel día (tampoco su madre) y que su coche permaneció en las inmediaciones de la casa en los días posteriores a la fecha en la que su pareja dijo que se había marchado. Para más INRI, el pasado viernes -dos días después de que él se personara en dependencias del Instituto Armado para poner la denuncia- los investigadores intentaron acceder a la vivienda para su inspección y el varón se negó a dejarles pasar voluntariamente.
Encerrada e incomunicada
Esto retrasó el hallazgo de Raquel, ya que hizo necesario que los agentes recabaran más pruebas y pidieran una autorización judicial, que llegó el sábado. El domingo 8 de septiembre los agentes entran en el chalet y es cuando encuentran a la mujer sin vida encerrada en una pequeña habitación que definen como "zulo" o "bodega", porque no tiene ventanas y estaba insonorizada.
Al parecer, la pareja era hare krishna (creencia derivada del hinduismo) y usaba la estancia para sus rezos. Así se desprende de las declaraciones del Delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, que ha explicado este jueves en TVE que en la estancia "de dimensiones reducidas" en la que se encontró el cadáver había "una especie de altar, para realizar algún tipo de rito o de ofrenda".
Él no estaba en el domicilio. El cuerpo de la mujer, que era vendedora de seguros, yacía sobre una cama. No presentaba signos de violencia, pero tenía espuma en la boca y el cadáver estaba rodeado de envases de pastillas. Todo apunta a que el fallecimiento se habría producido por la ingesta masiva de medicamentos (u otra sustancia), pero este extremo ha de confirmarlo el análisis toxicológico.
¿Cómo murió?
De momento, la autopsia preliminar no ha podido determinar la causa de la muerte de Raquel. Según los datos ofrecidos por la Delegación del Gobierno en Madrid, la mujer había tenido dos intentos autolíticos previos a estos hechos y ninguno de los miembros de la pareja (que no tenía hijos en común) estaba registrado en el sistema VioGén. Sin embargo, tanto el juez como los investigadores consideran que -a la vista del las pruebas recabadas- hubo intervención del marido.
El varón incluso intentó escapar cuando se dirigía a su vivienda y se percató de la presencial policial. Francisco Martín ha confirmado en declaraciones al ente público que el detenido ha sido "acusado formalmente de homicidio" y se ha decretado su ingreso en prisión. "Desde anoche duerme en Alcalá Meco, acusado de asesinato", ha sentenciado.
Él niega los hechos
El juez de Instrucción número 6 de Alcalá de Henares, en funciones de guardia, que ha decretado el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza del marido de Raquel, ha destacado que aunque "el arrestado será investigado por la supuesta comisión de un delito de homicidio o bien de inducción al suicidio y otros, es necesario subrayar que esta calificación penal es inicial, ya que la investigación judicial acaba de empezar".
"La imputación concreta y definitiva que en un futuro pudiera formularse contra su persona se derivará de la práctica de las correspondientes diligencias de investigación que se practiquen en el marco de la instrucción", añade. La Guardia Civil está analizando otras pruebas, como el móvil de la fallecida, para determinar la participación del detenido, que ha negado los hechos en sede judicial.