Zaka es una organización de voluntarios israelí que, entre sus diversas funciones, está especializada en la atención de urgencia en caso de accidentes, catástrofes o, por desgracia, atentados; y también en tratar los cuerpos de los fallecidos en esas circunstancias de acuerdo con las leyes y los ritos religiosos judíos.
No es extraño, por tanto, que algunos de los voluntarios de Zaka hayn sido de los primeros en llegar a las escenas de los horrorosos crímenes cometidos por los terroristas de Hamás.
En una rueda de prensa y anegado por el dolor uno de ellos cuenta el terrible escenario que se encontró en la casa de una familia de Gaza:
"Estábamos en la primera casa. Vimos una pareja allí, arrodillados en el suelo. Tenían la cabeza agachada y las manos atadas a la espalda. En el otro lado del comedor había un niño de 7 años y una chica, diría que tenía unos 6 años, sentados frente los padres con las manos atadas a la espalda, en la misma posición.
Los cuerpos habían sido torturados. Mientras tanto, empiecen a usar la imaginación, ¿quién fue torturado antes? ¿Quién vio si esto fue hecho a propósito? Si fueron los niños los que vieron cómo torturaban a sus padres y cuando digo torturados, quiero decir, perdiendo partes de su cuerpo. Un ojo, le acaba de sacar un ojo, dedos... Todo esto pasó. Y al final, todos ellos tenían una bala.
Y todavía no ha terminado, en el medio había una mesa, esos terroristas estaban sentados y comiendo la comida del sábado que había sido preparada por esta familia. Se comieron esa comida mientras torturaban a esos niños".

