Los organismos públicos que "investigan" tienen que rendir cuentas de sus resultados y aplicarles el mismo criterio que a cualquier empresa. Si el gasto es desproporcionado con los beneficios obtenidos, una empresa quiebra. Se podría hacer una clasificación en tres categorías: investigación productiva, poco productiva e improductiva. En una situación de necesidad y urgencia, como en una economía de guerra, las dos últimas clases hay que abandonarlas.
"Es decir propone dejar sin trabajo a unas 20000 científicos y técnicos, que son las que actalmente trabajan en ellos"
Por supuesto. ¿Qué han inventado esos 20000 apesebrados?¿Qué han producido, aparte de eventos, gastos, cursos, publicaciones endogamicas, homenajes de unos a otros y de otros a unos? Investigacion y ciencia privadas YA.
Estoy seguro de que Juan Ramón Rallo se basta para defender sus propuestas. Pero a raíz del primer comentario, creo que quines nos dedicamos a la ciencia debemos hacernos algunas preguntas, con toda honradez. Vaya por delante mi comprensión hacia quienes, como el autor del primer comentario, se han visto obligados a abandonar España.
Para la mayoría de los "iletrados" en ciencia, la rentabilidad de la inversión pública en I+D es indiscutible. Pero cuando uno se ha dado unos cuantos paseos por lo publicado en las últimas décadas -no sólo en España-, no tiene la sensación de que abunde la investigación relevante, esa en la que se basarán futuros avances.
¿Cuánta de esa investigación realmente relevante ha sido posible gracias a la financiación pública?
En mi opinión, la investigación de calidad exige arriesgarse mucho, recorrer caminos de éxito incierto, y eso mentalidad está muy alejada de la certidumbre de la función pública.
struendo:
No, no, por Dios! Hay que salvar a las OPIs para que sigan manteniendo España a la cabeza de la investigación mundial. No importa los puestos que se pierdan en el sector privado, subamos más el impuesto de sociedades...
¡Por favor! Lo que sea que hagan las OPIs que lo haga una empresa privada, así que por mí que las privaticen o que las cierren, pero no tienen derecho a robarme más. Los impuestos directos que desaparezcan y un IVA del 10%, y que el Estado preste los servicios básicos como defensa y que me dejen ser libre.
Saludos!
Yo no sé por qué pone a hablar a según qué gente. Si no se sabe de que se habla.
Literalmente se propone cepillarse el 100% del presupuesto dedicado a los OPIs (Organismos Públicos de Investigación), incluido los sueldos del personal. Es decir propone dejar sin trabajo a unas 20000 científicos y técnicos, que son las que actalmente trabajan en ellos. Eso sólo echando un vistazo y porque me queda muy cerca esos presupuestos. Seguro que hay unas cuantas más burradas como esa.
Sería ya el colmo, ¿cual es el futuro de España? ¿En serio que EuroVegas? Así que la mejor manera de arreglar el déficit es expulsar a la poca masa científico-tecnica que tenemos!, bravo! Algunos ya nos hemos ido y ahora aportamos en otros países en puesto de una responsabilidad que en España estan reservados a iletrados como el que publica este artículo.
Dudo que este "sesudo" estudio le haya llevado más de 15 minutos.
Que nivel! (Por cierto, no tengo todas conmigo a que vayan a publicar esta crítica, pero ahí va!)
Según un informe de la Fundación pública Genoma, España sigue sin transformar su conocimiento científico en patentes. El número de patentes por investigador ronda las 0,02, cifra muy lejana de la de los países de nuestro entorno. Ocupa el décimo puesto en europa.
_www.abc.es/20111220/ciencia/abci-espaa-patentes-ciencia-201112201641.html
Pues quizás tenía razón D. Santiago Ramón y Cajal, cuando en su discurso de entrada en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid en 1897 dijo:
"En los tiempos que corremos, en que la investigación científica se ha convertido en una profesión regular que cobra nómina del Estado... pasaron aquellos tiempos de antaño en que el curioso de la Naturaleza, recogido en el silencio de su gabinete, podía estar seguro de que ningún émulo vendría a turbar sus tranquilas meditaciones. Hogaño, la investigación es fiebre: apenas un nuevo método se esboza, numerosos sabios se aprovechan de él, aplicándolo casi simultáneamente a los mismos temas, y mermando la gloria del iniciador... En España, donde la pereza es, no ya un vicio, sino una religión, se comprenden difícilmente esas monumentales obras de los químicos, naturalistas y médicos alemanes, en las cuales sólo el tiempo necesario para la ejecución de los dibujos y la consulta bibliográfica parece deber contarse por lustros. Y sin embargo, estos libros se han redactado en uno o dos años... Todo el secreto está en el método de estudio... en ahorrar, en fin, el gasto mental que supone esa cháchara ingeniosa de café y de la tertulia, que nos resta fuerzas nerviosas y nos desvía, con nuevas y fútiles preocupaciones de la tarea principal."