
El tiempo para evitar el cierre de Almaraz se agota y ni Gobierno ni empresas lanzan señales de que la situación vaya a resolverse en breve. Transición Ecológica sigue aferrada al calendario y a la necesidad de una petición "formal" de las empresas tras desdeñar la misiva que enviaron Iberdrola y Endesa proponiendo una prórroga. Desde las empresas, siguen reclamando una viabilidad económica que pasa por una rebaja de impuestos que Moncloa descarta de plano.
Aunque el diálogo, según las propietarias, existe, y Endesa lanzó este mismo martes el mensaje de que "lo más probable" es que acabe aprobándose una miniprórroga de tres años, la inquietud crece entre los trabajadores ante la sucesión de noticias sobre una situación enquistada. Este miércoles, todos los sindicatos que representan a los trabajadores de la empresa han emitido un manifiesto "desde la máxima preocupación e incertidumbre" por el empleo en el que reclaman movimientos de todos los agentes implicados en el futuro de la central y del resto de centrales españolas.
A las empresas propietarias, les piden que soliciten ya la renovación de la autorización de explotación más allá de las fechas actuales de cierre, 2027 y 2028. Al Gobierno, le reclaman "aceptar las peticiones de dicha solicitud para garantizar el futuro de una infraestructura clave para el sistema energético nacional".
"Apelamos a ambas partes a establecer un diálogo responsable y transparente que permita estudiar en profundidad la continuidad de operación de las centrales nucleares españolas —incluida Almaraz—, con el objetivo de evitar consecuencias catastróficas para el entorno local, para la comunidad extremeña y para el conjunto del país", señalan, pidiendo ayuda también al Gobierno de Extremadura. Reclaman que "lidere este proceso poniendo sobre la mesa posibles soluciones que estén a su alcance", en una posible alusión a la ecotasa autonómica que mantiene la región sobre la central.
Los trabajadores resumen en su nota tanto los movimientos de la UE a favor de la nuclear como el "papel esencial" de la central "para garantizar un suministro energético estable y competitivo, condición imprescindible para atraer nuevas inversiones estratégicas en el entorno", citando desde la industria de las baterías a los centros de datos o el tren de alta velocidad. "Almaraz constituye uno de los nodos de interconexión más relevantes de la red eléctrica española en Alta y Media Tensión. Su funcionamiento garantiza la estabilidad, y la inercia síncrona del sistema, condiciones imprescindibles para permitir la integración efectiva de las fuentes de energía renovable en nuestra región", destacan tres meses después del apagón en toda España que Red Eléctrica se resiste a achacar a la ausencia de suficiente potencia firme.
"Este impulso industrial y logístico no solo afecta al Campo Arañuelo (la comarca donde se asienta la central) o a Extremadura, sino también al conjunto del eje energético y de transporte que une a Extremadura con Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid. Renunciar a esta fuente de energía sería hipotecar las posibilidades de desarrollo, cohesión territorial y progreso de comunidades que aspiran a un futuro más justo y equilibrado", afirman en alusión a que la central supone la generación del 7 por ciento de la electricidad que se genera en España y el 15% de la consumida por Madrid.
En el comunicado, también aluden a la noticia que más ha sacudido al sector en las últimas semanas: la posibilidad de que el Gobierno hubiera pactado con Junts una prórroga sólo para las centrales catalanas, Ascó y Vandellós, a petición de los nacionalistas, que llevan meses alertando de la situación energética crítica en que dejaría el cierre a la región. "La denominada excepción nuclear catalana que supuestamente el gobierno central está negociando con los partidos independentistas es intolerable. De ser cierta esta información supondría un agravio insoportable para Extremadura, región que quedaría claramente castigada cerrando su principal industria y fuente de empleo de alta calidad", afirman.
Ante el "shock económico que tendría en la zona el cierre de Almaraz" los trabajadores anuncian para septiembre "un calendario de acciones y movilizaciones para denunciar públicamente esta situación". "Lucharemos con todas nuestras fuerzas para impedir el cierre de la principal industria de Extremadura", afirman.

