Menú

La paradoja del precio de la vivienda: ¿se dispara o se desploma?

El acceso a la vivienda es uno de los primeros problemas que tenemos en España, pero… ¿es por su precio o por nuestros salarios?

El acceso a la vivienda es uno de los primeros problemas que tenemos en España, pero… ¿es por su precio o por nuestros salarios?

Esta semana hemos conocido algunos datos relevantes sobre el mercado inmobiliario. Por un lado, el Consejo General del Notariado ha publicado que la compraventa de viviendas aceleró su crecimiento interanual al 5,9% en junio, un mes en el que los precios se dispararon un 9,9% y las hipotecas también ascendieron un 16,6% respecto a junio de 2024.

Esta tendencia alcista la comparten la concesión de hipotecas y también el número de operaciones, de compraventa, pese a que éstas cayeron un 2% en mayo.

Durante este pasado mes de junio de 2025 se registraron un total de 68.128 compraventas, un 5,9% más en tasa interanual, y el precio medio del metro cuadrado se situó en los 1.906 euros, un aumento del 8 % interanual. Como dato curioso, la venta de los unifamiliares se ha disparado más de un 16%, mientras que el incremento de las ventas de pisos subió un 2,9%. Una evolución que coincide con la de los precios por metro cuadrado de cada una de las viviendas. Los unifamiliares han subido hasta los 1.459 euros por metro cuadrado con un incremento del 7,5%, mientras que el metro cuadrado en los pisos alcanzó los 2.173 euros por metro cuadrado con una subida del 9,9%.

Por otro lado también hemos conocido que el número de hipotecas constituidas sobre viviendas inscritas en los registros de la propiedad aumentó el 31,7% en junio con respecto al mismo mes del año anterior. Han alcanzado las 41.834 operaciones, según el INE. Aunque en junio bajó el 1 % el número de hipotecas firmadas respecto a mayo, mes en el que se firmaron 42.274 hipotecas, se han incrementado el 24,9 % en el primer semestre, como consecuencia de la bajada de tipos de interés.

El importe medio de las hipotecas sobre vivienda aumentó el 15,5 %, hasta 168.363 euros. Según el INE, el tipo de interés medio de estas operaciones se situó en el 2,99 %, ocho puntos básicos más que en mayo, aunque encadena cinco meses en los que el interés medio permanece por debajo del 3 %. El plazo medio fue de 25 años. En cuanto a otros datos, de las hipotecas el 28 % se constituyeron a un tipo de interés variable, mientras que las de tipo fijo se situaron en el 72 %. El tipo de interés medio se situó en el 3 % para las hipotecas sobre viviendas a tipo variable, y en el 2,98 % para las de tipo fijo.

¿Se dispara o se desploma?

Atendiendo a estos datos de distintos organismos oficiales podríamos concluir que el mercado de la vivienda está atravesando otra edad dorada que recuerda y mucho al periodo de burbuja que terminó con el estallido de la crisis subprime a finales de 2007.

No en vano, la vivienda ha alcanzado los niveles de precios de burbuja en muchas localidades. Pero podríamos decir que hasta aquí llegan los paralelismos.

Por otro lado, ni los tipos de interés están tan bajos, ni la laxitud de las condiciones de crédito son las mismas que durante la burbuja, cuando los directores de entidades financieras te ofrecían financiación para el piso, el coche y las vacaciones. Además, en aquel momento si por algo se caracterizaba el mercado era por una construcción de vivienda desmedida, muy al contrario de lo que sucede ahora, donde se ha frenado mucho la promoción de obra nueva, debido en parte a la regulación y trabas administrativas.

El asesor financiero y profesor de la UFM Gustavo Martínez, también colaborador habitual de Con Ánimo de Lucro, advertía, como decimos, que los precios de la vivienda que estamos observando en algunos casos no sólo alcanza, sino que supera los que se vivieron durante el rally inmobiliario de la primera década de los 2000. Sin embargo, sólo vemos este rally alcista en términos de euro, en términos de moneda Fiat.

Si medimos la evolución de los precios de la vivienda en otro tipo de activos, como pueda ser el oro, nos damos cuenta de que para adquirir una vivienda de 300.000 euros en 2006, hacían falta entre 17 y 20 kilos de oro para poder comprarla. En cambio, hoy, 19 años después, harían falta algo más de 3 kilos de oro para comprar la misma vivienda.

Es decir, que en términos de activos reales como el oro -tradicional valor refugio- la vivienda no es que se haya disparado, sino que se ha hundido. Literalmente se ha desplomado.

Dicho de otra manera, con la misma cantidad de oro con la que podrías haber comprado una casa de 300.000 euros en 2006, hoy podrías comprar 6 viviendas de ese precio. Si lo comparamos en términos de acciones u otro tipo de activos reales pasará algo similar.

El problema, dirán algunos analistas, es que el oro ha subido mucho y lo que estos analistas no quieren ver es que el problema no es tanto que el oro haya subido, como que lo que se ha desplomado es la moneda en la que compramos ese oro. El precio del oro ha sido tradicionalmente una buena medida de las crisis del papel moneda.

Si a esto añadimos que los salarios reales están estancados en España durante los últimos 30 años, el nivel real de empobrecimiento al que nos han sometido es sencillamente insoportable.

Temas

En Libre Mercado

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal