
Pedro Sánchez asegura que los trabajadores vivimos el "sueño español" de su "cohete económico". Pues bien, con los últimos datos aún frescos en materia de informes de la Agencia Tributaria o del IPC, lo cierto es que el sablazo recibido en el poder adquisitivo real de todos esos trabajadores desde la llegada de Sánchez es literalmente brutal. El impacto acumulado por la inflación desde la llegada del actual presidente supone 23 puntos porcentuales de impacto directo en la capacidad de compra de los españoles. Y esos mismos trabajadores están sufriendo –por ahora– un segundo mordisco de aumento del IRPF de nada menos que un 56%. Y todo ello se parece más a una pesadilla que al sueño español.
Los datos son difíciles de retorcer hasta por los bulos oficiales. Mientras Sánchez afirma que nunca habíamos vivido mejor, lo cierto es que el indicador de evolución del IPC marca un incremento medio acumulado de los precios desde julio de 2018 –la moción de censura que aupó a Pedro Sánchez al poder se desarrolló entre mayo y junio –de 23 puntos porcentuales. Un torpedo que va directo a la línea de flotación del poder de compra de todos los españoles.
¿Es el único golpe directo a la riqueza de esos trabajadores a los que Sánchez prometió que nunca les subiría impuestos? Evidentemente no.
A cierre de 2018, la recaudación por el principal impuesto que pagan los trabajadores –el IRPF (aunque no hay que olvidar que también pagan todo el resto del abanico fiscal, incluida su parte de las cotizaciones sociales, y todos esos conceptos han subido igualmente)– quedó en 82.859 millones de euros. Pues bien, a cierre del último ejercicio completo, esa misma recaudación había subido un 56,17% hasta sumar un mordisco a los bolsillos de los trabajadores españoles de 129.408 millones de euros.
El ritmo de aumento de impuestos crece
Y hasta ese cálculo es bondadoso con el Gobierno de Pedro Sánchez. Y es que, si cogemos la recaudación acumulada entre enero y junio de 2018 –momento de su ascenso al poder con la moción de censura– el importe quedó en 34.571 millones de euros. Y ahora, en 2025, el mismo periodo de recaudación muestra una subida aún más pronunciada que la registrada por ejercicios completos: refleja un saqueo extra de un 74,21%, llegando a los 60.227 millones de euros. ¿El motivo? Que a medida que han ido pasando años y más subidas fiscales, el ritmo de aumento de impuestos no ha bajado sino que ha crecido.
El panorama es obvio y cada uno puede calcular su pérdida de poder adquisitivo en base a estos parámetros. La media de subida de precios acumulada en la era Sánchez es de ese 23%. Y la media –en el mejor de los casos– de subida del IRPF es de un 56,17%. Cada cual sabe lo que le han subido el sueldo en este periodo y puede restar de esos mordiscos al poder adquisitivo su recuperación salarial. Pero, sea como sea, se trata de golpes a la capacidad de compra de los españoles de un tamaño absolutamente descomunal.



