
El Gobierno estrena curso político con otra derrota parlamentaria, auspiciada por los votos de Junts, que se ha alineado con PP, Vox y UPN. El Congreso de los Diputados ha rechazado este miércoles que el proyecto de ley para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales, uno de los mayores empeños de Yolanda Díaz, siga su tramitación parlamentaria al prosperar las enmiendas a la totalidad.
Con 178 votos a favor y 170 en contra, han salido adelante las enmiendas de Junts, PP y Vox por lo que el proyecto no ha superado el debate a la totalidad y ha quedado rechazada la ley.
En una intervención en la que ya adelantaba la derrota, la propia Díaz arremetió contra Junts englobándolos dentro de "las tres derechas": "Ustedes creen que representan el independentismo catalán y no es verdad (...) representan a la patronal española en los sectores mas reaccionarios", dijo la vicepresidenta que ha enmarcado sus palabras en la víspera de la celebración de la Diada.
Durante el turno de réplica, la diputada de Junts Miriam Nogueras atacó a la ministra recordándole que habla "como si tuviera una mayoría que no tiene", emplazándola a hablar "con rigor y respeto de Cataluña, su tejido productivo y su clase trabajadora".
Desde Junts, el diputado Josep María Cervera reiteró que la medida generará "dificultades a las pymes, a Cataluña y muchos de sus trabajadores".
Durante su intervención, Cervera reprochó a Díaz que esta medida sea "su supervivencia política" y de hacer demagogia con lo "de trabajar menos para vivir mejor".
El diputado del PP Juan Bravo tachó la reducción de jornada de un proyecto "ideológico" y de "ciencia ficción" porque buscar "trabajar menos y cobrar mas", algo para lo que considera necesario aumentar la productividad y no al revés, y puso como ejemplo que sería como "ponerse un pantalón de una talla menos para adelgazar".
"Vamos a perder una votación pero la reducción está ganada en la calle, es imposible situarse en contra de 12 millones de personas trabajadoras", respondió en su discurso la vicepresidenta.
Los sindicatos CCOO y UGT, que pactaron este proyecto de ley con el Gobierno, se manifestaron a las puertas del Congreso avisando de que seguirían presionando a favor de la reducción.
