La Comisión de Investigación del Senado sobre el apagón del pasado 28 de abril celebró una nueva sesión este jueves con la intervención de dos altos cargos de Red Eléctrica (Redeia): el exdirector general de Operación, Miguel Rafael Duvison y Concepción Sánchez, su sucesora en el cargo. Sánchez se aferró a la versión que Red Eléctrica viene defendiendo desde que la electricidad en España se fue a cero: el operador hizo una planificación correcta del mix energético y fue la energía convencional la que no respondió como debía ante las sobretensiones. En un tenso rifirrafe con la portavoz del PP, Sánchez no asumió responsabilidades por lo ocurrido ni tampoco de su equipo y mantuvo que operan sin directrices políticas y según el reglamento. También achacó a la "normativa" el hecho de que desde el apagón la red se opere de forma radicalmente distinta, con más gas y con un millonario coste.
Duvison tampoco quiso señalar a sus antiguos compañeros, de los que dijo que no responden a presiones y tienen que operar el sistema "con respeto a las leyes físicas" y a la "normativa", aunque en su exposición sí dejó algunas claves del funcionamiento de la red y los problemas de una intensa penetración renovable. El ex alto cargo de REE se refirió a cómo pidieron ya en 2020 cambios en la normativa relativa al control de la tensión, el procedimiento 7.4 que fue modificado después del apagón tras años en el cajón y que obligará a eólica y fotovoltaica a participar en el control de la tensión con tecnología "sintética". También mencionó cómo la energía síncrona, en alusión a las tecnologías firmes (nuclear, hidráulica y gas), es la base de todos los sistemas eléctricos y deben programarse "en cantidad suficiente para que las renovables puedan aprovecharse tanto como sea posible garantizando la seguridad del suministro". "Un sistema renovable al cien por cien, con la tecnología actual, sólo sería posible si fuera energía hidráulica", dijo Duvison, que no quiso decir si cree que en el 28-A se programó demasiado poca energía convencional, como defienden las eléctricas en la batalla sobre las culpas que dura ya más de cinco meses.
El cierre nuclear
En la comisión, Duvison se refirió a un tema especialmente urgente: la energía nuclear, su peso en el sistema y la conveniencia o no de continuar con el cierre programado. El ingeniero mencionó cómo la nuclear es la que aporta más inercia, una propiedad que permite moderar y ralentizar las oscilaciones del sistema gracias al movimiento regular y constante de sus potentes turbinas. Sobre si en estas circunstancias sería seguro prescindir de esta tecnología, Duvison señaló que no quería pronunciarse pero recordó que en el proceso para cerrar la central, que arrancará a finales de mes con el envío de la documentación para el cierre al Consejo de Seguridad Nacional, también se deberá requerir a Red Eléctrica un informe sobre si el cierre afectará a la seguridad de suministro y será entonces cuando se pronuncie oficialmente el operador. El informe viene establecido por la ley 24/2013 que señala cómo
"...el cierre definitivo de instalaciones de generación requerirá el informe del operador del sistema en el que se consignarán las posibles afecciones del cierre a la seguridad de suministro y en el que se deberá pronunciar motivadamente si éste resulta posible sin poner en riesgo la seguridad de suministro".
Según recordó el ingeniero, ese informe que tendrá que ser emitido antes de la fecha límite "dirá lo que se puede o no se puede hacer". En cualquier caso, "lo que es evidente es que contribuyen de forma muy importante a la seguridad de suministro", dijo, recordando que "tienen todo lo que el sistema necesita".
Mientras, Sánchez también se refirió a ese informe a preguntas de Vox. Tampoco quiso pronunciarse sobre la viabilidad del cierre, señalando que "no sería en absoluto riguroso plasmar una opinión y una creencia", pero sí apuntó que se elaborará en estos meses un "análisis" como el que debe efectuarse ante cualquier cierre de centrales de generación eléctrica.
La sesión en la Comisión del Senado se producía dos días después de las reuniones celebradas con la CNMC sobre las medidas urgentes solicitadas por Red Eléctrica ante las nuevas variaciones de tensión. Según avanzó El Economista, en esos encuentros las eléctricas transmitieron su preocupación por el cierre nuclear y apuntaron que cerrar Almaraz podría poner en peligro el suministro en esa parte de España, de alta penetración renovable.
REE vs eléctricas
En cuanto a lo que ocurrió el día del apagón y las múltiples versiones, Sánchez insistió en que no se trató de una falta de previsión o un fallo en la programación de energías convencionales. Según dijo, "toda la programación para el 28 y las adaptaciones" (en alusión a una central de gas que finalmente no iba a estar disponible y no fue reemplazada) cubría las contingencias en normativa de seguridad". La directiva de REE volvió a señalar a las eléctricas, apuntando que los encargados de controlar la tensión no lo hicieron de forma adecuada.
La versión de las eléctricas es radicalmente contraria y así lo pusieron de manifiesto de nuevo esta semana, en respuesta al informe de los expertos europeos, que no señala culpables. Las eléctricas señalan que "el programa de generación del 28 de abril no fue adecuado, en especial en las zonas centro y sur de España" y también sostienen que "la inercia estaba claramente por debajo del umbral mínimo de dos segundos tanto en la zona sur de España (1,3 segundos) como en la zona centro (1,84 segundos). Sobre la normativa para el control de la tensión recién modificada, recuerdan que "permaneció sin actualizar durante 25 años".

