
El Real Madrid ha dado un paso decisivo hacia un nuevo modelo de financiación que permitiría captar capital privado sin alterar la naturaleza asociativa del club. Florentino Pérez confirmó en la Asamblea que impulsará una reforma estatutaria para crear una filial mercantil en la que el club podría vender una participación minoritaria a inversores externos, manteniendo siempre el control en manos de los socios.
El presidente detalló que esta estructura permitiría abrir la puerta inicialmente a un 5% del capital, una pequeña fracción pensada como primer movimiento para probar el apetito inversor y reforzar la posición financiera del club en un momento de creciente competencia global.
La operación se apoyaría en una valoración interna del Real Madrid que, según las estimaciones del club, supera los 10.000 millones de euros. De confirmarse este precio de mercado en la negociación con inversores, la entrada de un 5% supondría una inyección cercana a los 500 millones de euros, que se destinarían a reforzar la capacidad competitiva, acelerar proyectos estratégicos y blindar la sostenibilidad a largo plazo a base de amortizar la deuda generada por la costosa reforma del Santiago Bernabéu.
Interés de fondos globales y grandes fortunas
Según fuentes del club, la operación ya ha despertado interés entre inversores de primer nivel con amplio historial en los campos del entretenimiento deportivo y el mercado global de activos premium. Con todo, dos nombres destacan en la fase preliminar de contactos:
- Sixth Street, fondo estadounidense especializado en inversiones deportivas y de entretenimiento, con experiencia en proyectos vinculados al Santiago Bernabéu. Su perfil encajaría en un socio financiero de largo plazo con presencia en activos de primera línea.
- Bernard Arnault, patriarca de una de las familias más acaudaladas del mundo y líder del conglomerado de lujo LVMH, que ha solicitado información sobre los términos del modelo propuesto. Su interés obedece al atractivo de la marca Real Madrid y a la creciente convergencia mundial entre lujo, entretenimiento y deporte de élite.
La arquitectura jurídica planteada por el Real Madrid garantiza que los inversores no participarán en la gobernanza del club ni accederán a dividendos inmediatos. Las participaciones quedarían limitadas y restringidas a un mercado interno entre socios, preservando así la esencia del modelo de propiedad. Con todo, la operación es compleja y requiere numerosas maniobras jurídicas.
En este sentido, Florentino Pérez confía en celebrar un referéndum estatutario en una fase temprana de 2026, una vez se hayan completado los trabajos legales y financieros que permitan el debido encaje jurídico de la operación. El objetivo declarado es combinar tradición y modernización, captando capital sin renunciar a que el Real Madrid siga perteneciendo a sus socios.


