La Comisión Europea está elaborando su plan de choque para una crisis de vivienda de dimensión europea que quiere presentar a comienzos del próximo año. Un plan en el que se están considerando ideas que, desde un punto de vista técnico, poco o nada hablan de soluciones reales para el problema de la vivienda, sino más bien, para recrudecer los efectos que la planificación central ha tenido y tiene en países como España.
De este modo, un grupo de quince expertos que asesora a la Comisión para que elabore su Plan de Vivienda Asequible, sostiene en el último informe del European Housing Advisory Board que "necesitamos un cambio de paradigma, para que la vivienda sea vista como una infraestructura social y económica esencial y se desincentive su financiarización, donde se valora como un activo especulativo en lugar de como el hogar a largo plazo de alguien".
En consecuencia, las recetas por las que aboga este plan se reducen a lo de siempre: gravar con más impuestos la actividad inmobiliaria, las herencias, las plusvalías y los suelos vacíos, incluso un nuevo impuesto a los pisos turísticos, y todo para poder financiar políticas de vivienda pública y poder ampliar el parque social y de alquiler regulado. De nuevo, quitarle recursos a aquellos que están llamados a dinamizar el mercado, para planificar desde la administración central una política pública de vivienda. Son, de hecho, las mismas políticas que nos han conducido a la situación actual.
Impuestos a las herencias
Concretamente, el informe propone "gravar los contratos de alquiler a corto plazo" con el fin de acabar con la falta de vivienda y, de este modo, "satisfacer todas nuestras necesidades de vivienda, especialmente para las generaciones más jóvenes, las personas mayores y las personas con discapacidad". Al mismo tiempo, los asesores de la Comisión plantean la posibilidad de designar distritos de Financiación del Incremento Fiscal para vivienda, con los que los municipios asignarían zonas especiales en las que "los futuros aumentos de impuestos a la propiedad de nuevos desarrollos de viviendas asequibles se descuenten y se inyecten a los desarrolladores en forma de subvención".
Así las cosas, el informe señala también que "debería considerarse a nivel nacional la introducción de impuestos sobre el valor del terreno, que se calculan sobre el valor subyacente del terreno e incentivan un desarrollo urbanístico más compacto". Asimismo, se propone gravar la propiedad de terrenos abandonados para "desincentivar el acaparamiento de tierras y promover la regeneración urbana".
Con todo, los expertos de la Comisión también apuntan a las herencias y sostienen que "cambios en las normas del impuesto de sucesiones podrían garantizar que parte de las plusvalías derivadas del aumento del valor de las propiedades se redirija a financiación pública para apoyar una oferta de vivienda más asequible".

