Bielorrusia

Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea han decidido prohibido la entrada a su territorio al dictador bielorruso, Alexandr Lukashenko, y a treinta de sus funcionarios, por fraude en los comicios presidenciales del pasado diecinueve de marzo y los actos represivos contra la oposición. La llamada "lista negra" incluye a los ministros de Educación, Información y Justicia. Lukashenko tomó posesión de su tercer mandato consecutivo el sábado pasado tras ganar con más del 82 por ciento.

Australia ha clasificado para las semifinales de la Copa Davis tras solventar por la vía rápida su compromiso con Bielorrusia (3-0) gracias al triunfo en el encuentro de dobles, que aumentó las expectativas de Argentina y salvó de la eliminación a Francia, que sigue contra las cuerdas en el duelo frente a Rusia.

El Ministerio de Exteriores de Austria, país que ocupa actualmente la presidencia de la Unión Europea (UE), instó al Gobierno bielorruso a liberar inmediatamente a todos los "detenidos sólo por haber hecho uso de su derecho democrático a la libertad de opinión y reunión". Los observadores independientes internacionales consideraron que las recientes elecciones presidenciales en Bielorrusia fueron fraudulentas, lo que llevó a EEEUU y a la Unión Europea a decretar sanciones contra el Gobierno de Minsk.

La policía ha pasado a la carga contra los opositores en el centro de Minsk tras registrarse al menos cuatro explosiones de origen desconocido. Los antidisturbios, armados con porras, cascos y escudos se han lanzado contra la multitud poco después de que el dirigente opositor Aleksandr Kozulin, candidato a la presidencia en las elecciones del pasado domingo, encabezase una marcha de varios miles de manifestantes con la intención de dirigirse a una centro de detención donde se encuentran los arrestados durante la represión de la protesta del pasado miércoles.

La Unión Europea decidió hoy imponer sanciones por vez primera contra el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, que fue reelegido el pasado 19 de marzo en unas elecciones calificadas de fraudulentas por los observadores internacionales. Las sanciones, que también afectarán a los demás responsables del fraude electoral, pueden incluir una prohibición de visados para entrar en la Unión y la congelación de sus fondos en países europeos.

Decenas de policías bielorrusos han detenido a los más de doscientos opositores que acampaban en la céntrica Plaza de Octubre, en Minsk, para exigir la celebración de nuevas elecciones y la dimisión del presidente Alexandr Lukashenko. La operación duró apenas diez minutos y no se registraron incidentes violentos. Según informó la Policía, entre los arrestados que se encuentran en una comisaría cercana, hay ciudadanos de Ucrania y Lituania. Un portavoz del ministerio del Interior informó de que a cada uno de los detenidos se le expedirá un expediente, sobre el cual las autoridades harán caso por caso la correspondiente valoración legal.

Unas trescientas personas permanecen por cuarto día consecutivo en la Plaza de Octubre de Minsk exigiendo la celebración de nuevas elecciones y la dimisión del presidente Alexandr Lukashenko. El movimiento opositor encabezado por el candidato Alexandr Milinkiévich mantiene el pulso con el régimen del considerado "último dictador de Europa" después de que la presidencia austriaca en turno de la Unión Europea calificara los comicios bielorrusos de "fundamentalmente defectuosas". Según fuentes de la Policía local, los agentes no desalojaran a los opositores que preparan una gran manifestación para el próximo el veinticinco de marzo declarado como el "Día de la Libertad".

Los dirigentes de la oposición en Bielorrusia han convocado para el sábado una gran movilización para exigir la celebración de nuevas elecciones y la renuncia del presidente Lukashenko. Por tercer día consecutivo, miles de bielorrusos permanecen en el centro de Minsk. Las fuerzas del orden mantiene el cerco exterior de la Plaza de Octubre, cubierta por tiendas de campañas. Periódicamente aparece el candidato Alexandr Milenkévich con breves discursos y exhortaciones a continuar la lucha. El régimen de Lukashenko ognora las manifestaciones en su contra.

El presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, reelegido en los comicios del domingo, es un locuaz orador, admirador confeso de Stalin y enemigo acérrimo de Occidente, al que acusa de todos los males que acechan a su pueblo. "No soy un dictador. Eso sería imposible en el corazón de Europa. (El presidente estadounidense, George) Bush sí es el primer terrorista de nuestra planeta", declaró Lukashenko tras depositar su voto en los terceros comicios presidenciales de la historia de Bielorrusia.