La policía está centrada en encontrar el móvil del doble crimen perpetrado el pasado lunes por Fernando González de Castejón y Jordán de Urríes, en su vivienda de la calle Serrano, para poder mandar el atestado al juez "con todo cerrado". Según fuentes policiales consultadas por LD, hay abiertas tres líneas de investigación y es necesario explorarlas todas. Hasta que no lo hagan, no se descartará ninguna de ellas.
La primera de las hipótesis es que el conde de Atarés y marqués de Perijá hubiera consumido algo que le hubiera hecho perder el control hasta el punto de acabar con la vida de las dos mujeres. "Imagina que encuentran que tenía 2 gramos de cocaína en sangre", exclama. La clave está en lo que revele la autopsia.
Por otro lado, los investigadores analizan si el porqué del doble asesinato tiene que ver con algún problema económico. La policía estudia en estos momentos "qué deudas tenía y en qué situación estaban". Es conocido que el aristócrata fue uno de los afectados por la intervención de Banco Madrid y algunos de sus vecinos apuntan a que no estaba en un buen momento.
Una desavenencia grave, la hipótesis principal
La tercera posibilidad, y la más probable, es que González de Castejón cometiera los asesinatos "por una desavenencia grave". Esta es la hipótesis principal. "Cuando los asesinatos acaban en suicidio y hay un historial de malos tratos, siempre lo es", explica una de las fuentes. Eso sí, esta "diferencia" ha de ser "de importancia", advierte.
Debe ser algo que explique por qué "un tipo que ha sido violento toda su vida da el paso de disparar en la cabeza a su pareja y lo hace justo ahora". En estos casos, lo habitual es "que discutieran porque se hubiera presentado una demanda de separación o por un tema de custodia de la menor".
Esto último cuadraría con el hecho de que no sólo acaba con su mujer, sino que también mata a la amiga de la familia, que —parece ser— se ocupaba mucho de la pequeña y "él podía identificar como la inductora, de la separación o de las intenciones que pudiera tener la madre con respecto a la menor".
"Es fundamental la exploración (toma de declaración) a la niña", señala. Ella podrá contar si sus padres se estaban separando, si se llevaban bien o si había visto algo raro en los últimos tiempos. Sin su testimonio "no se puede cerrar el atestado". El hecho de que la pequeña no estuviera en casa en el momento de los hechos, también puede ser significativo.