
La Policía Nacional ha encontrado restos humanos en el Ecoparque de Toledo, el lugar donde se busca a Ángel Fernández -el pequeño que desapareció junto a su primo hace un mes, en Madrid- desde el 27 de diciembre. Es decir, una vez se confirmó que el cadáver encontrado unos días antes en el vertedero pertenecían a Fernando, el familiar del que no se separaba.
Según han confirmado fuentes policiales a LD, el hallazgo "se ha producido a lo largo de la mañana", por lo que los restos aún están "pendientes de identificar". Todo apunta, sin embargo, a que podrían ser del menor. Se le buscaba en una zona acotada, alrededor del lugar donde un operario de la panta encontró los restos de su primo, de 17 años.
Es una superficie similar a la de un campo de fútbol, pero acumulaba entre 9.000 y 10.000 toneladas de residuos y hasta este martes -cuando se cumplía un mes de la desaparición- sólo se había podido revisar alrededor del 30%. Las tareas -en las que han participado efectivos de la Policía Judicial, guías caninos, el Grupo Operativo de Intervención Técnica (GOIT) y la Policía Científica- se han realizado contrarreloj.
¿Por qué en el vertedero?
Los investigadores se han centrado en el Ecoparque de Toledo porque la principal hipótesis es que Fernando y Ángel se marcharon de forma voluntaria a la capital toledana, donde habrían acudido para que el mayor de los primos se encontrara con una chica con la que había mantenido una relación sentimental, y por algún motivo -se cree que para refugiarse del frío- acabaron juntos en un contenedor.
Hay constancia de que previamente estuvieron en un supermercado, en un hotel y en un centro comercial de la ciudad. Varias cámaras de seguridad les grabaron en distintos momentos, durante el tiempo que estuvieron en Toledo. En estos momentos, se siguen varias líneas de investigación. Aunque la principal apunta a que el terrible desenlace pudo ser accidental. La autopsia del primero determinó que murió por asfixia y que no presentaba signos de violencia.


