No estaba previsto pero cuando faltaban a penas unos minutos para que la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de este miércoles concluyera, el consejero de Presidencia y portavoz del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel García, despidió al responsable de Educación y dio la bienvenida al atril a la consejera de Sanidad, Fátima Matute.
La causa que motivaba este cambio de planes era la declaración efectuada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el acto de inicio de curso político que había protagonizado minutos antes en el Instituto Cervantes de Madrid. El presidente volvió a arremeter con dureza contra las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular, especialmente Madrid, en plena polémica por el cupo catalán que ha negociado con ERC para poder investir a Salvador Illa presidente de la Generalidad de Cataluña.
"Madrid ha derivado en el último año 1.000 millones de euros a la sanidad privada", lanzó Sánchez. No lo nombró directamente pero detrás de esta afirmación están las acusaciones que de forma explícita ha venido realizando el PSOE contra Ayuso. Según los socialistas, la presidenta habría beneficiado así al grupo sanitario Quirónsalud, relacionado con su novio, Alberto González Amador. La juez puso freno a esta estrategia en los juzgados el pasado mes de julio, pero políticamente la siguen explotando, empezando por el propio presidente del Gobierno.
"El problema está en que las autonomías gobernadas por la derecha no han dedicado recursos a los ciudadanos, lo dedican a aumentar los contratos de unas cuantas empresas, con algunos nexos familiares, y a financiar sus regalos fiscales a los de arriba", afirmó Sánchez después.
Acto seguido la presidenta madrileña reaccionó. "Incapaz de hablar de nada positivo sobre su gestión, incapaz de hacerlo desde la sede del PSOE, utiliza las instituciones de todos para, mintiendo, justificar el robo que planea a Madrid y la ruptura del modelo territorial a la medida de sus socios secesionistas", denunció Ayuso en X (Twitter).
Incapaz de hablar nada positivo sobre su gestión, incapaz de hacerlo desde la sede del PSOE, utiliza las instituciones de todos para, mintiendo, justificar el robo que planea a Madrid y la ruptura del modelo territorial a la medida de sus socios secesionistas. https://t.co/QjQNM60Clo
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) September 4, 2024
Pero la reacción del Gobierno madrileño no se quedó ahí. Era necesario dar una respuesta a la altura de los nuevos ataques del presidente. Así las cosas, se decidió que compareciera ante los medios la consejera directamente relacionada con estas "mentiras". Fátima Matute comenzó mostrando su "indignación" por estas palabras.
"Lo que ha dicho el presidente del Gobierno es falso y se basa únicamente en una necesidad de atacar a la Comunidad de Madrid y justificar, junto con la vicepresidenta y ministra de Hacienda, la señora Montero, un hachazo del dinero que va a venir a Madrid, y no para dárselo a todos los españoles sino para dárselo a los independentistas catalanes. Esto es una cortina de humo y por eso estamos indignados", afirmó.
"Lo que tenemos que decirle al presidente del Gobierno es que en la Sanidad madrileña lo que hacemos es mirar por la eficiencia y apostamos por el servicio público. Y es mentira que estemos invirtiendo o que hayamos invertido más en recursos privados respecto de los públicos. Nosotros lo que hacemos es invertir en nuestros hospitales, que son de titularidad pública; tenemos unos hospitales de gestión directa y otros de gestión indirecta (y) hemos invertido más en nuestros hospitales de gestión directa", aseguró.
Matute sostuvo que "no" se "han derivado recursos a la sanidad privada" y el "gasto en la sanidad privada no ha aumentado", a diferencia de lo que hacen otras comunidades autónomas, lanzó. Y puso como ejemplo Cataluña: mientra Madrid invierte un "11%" en la sanidad privada, Cataluña lo hace un "23%, y de 56 hospitales que tienen, solo seis son públicos".
La consejera defendió la colaboración público-privada, "pero, desde luego, con unas reglas y unas normas de juego bien establecidas con nuestros convenios y con las auditorías que se hace y el control de gasto euro a euro". En este punto, señaló la hipocresía de los socialistas: "Bolaños ha contratado un ginecólogo por 40.000 euros o la propia ministra de sanidad (Mónica García), en plena crisis de la viruela del mono, ha privatizado el servicio logístico y de almacenamiento que hasta ahora se llevaba de manera pública".