
José Luis Martínez-Almeida ha dado tres días al grupo municipal encabezado por Rita Maestre para retirar las pancartas contra el "genocidio" en Palestina que cuelgan desde hace semanas de los balcones del Edificio de Grupos Municipales. La decisión se apoya en un informe jurídico que concluye que su contenido tiene un carácter "partidista" y "divisivo para la sociedad".
La resolución firmada por el presidente del Pleno, Borja Fanjul, y que recibió Más Madrid pasadas las 15 horas de ayer lunes, se apoya en una sentencia del Tribunal Supremo que avaló la colocación de la bandera LGTBIQ+ en el mismo edificio. Sin embargo, apunta el texto, "en este caso, el contenido en la pancarta sí tiene un carácter partidista puesto que existen posicionamientos políticos divergentes" y "coadyuva a aumentar la crispación que existe en este asunto".
Pese al requerimiento, las pancartas —con los lemas "Sí es un genocidio. Stop al genocidio en Gaza, Palestina libre"— siguen colgadas en la fachada del edificio de la calle Mayor desde hace casi un mes. Más Madrid ha confirmado que aún no ha procedido a retirarlas porque la resolución "no es firme" y ha anunciado que presentará alegaciones.
De hecho, lejos de rebajar el tono, la formación ha respondido desafiante al aviso del Ayuntamiento. "Almeida va a tener que venir a quitar la bandera palestina de nuestras oficinas con sus propias manos", ha retado la portavoz de la formación en la Asamblea, Manuela Bergerot, secundada por el portavoz en funciones en el Ayuntamiento, Eduardo Rubiño, que advierte que Almeida se deberá "atener a las consecuencias" e insiste en que "la Justicia les dará la razón" como ya hizo con la bandera del Orgullo.
El equipo jurídico de Más Madrid ha defendido que el balcón donde se han colocado las pancartas "no alberga oficinas administrativas ni presta un servicio público municipal sino que está destinado exclusivamente a la actividad política del grupo municipal y, en ese contexto, sus miembros gozan del derecho a expresar su posicionamiento a favor de los derechos de las personas mediante símbolos y a pronunciarse sobre cualquier asunto".
Por su parte, Rubiño ha acusado al presidente del Pleno de "actuar como un auténtico comisario político del PP" al firmar un expediente que califica de "un atentado a la libertad de expresión". A su juicio, el Consistorio "pretende callar a la oposición" y "se inventa que el Tribunal Supremo impide su colocación".
Según Más Madrid, Almeida no se atrevió a tocar las pancartas "ni antes de la Vuelta ciclista ni antes de la manifestación multitudinaria del pasado sábado" por miedo a la reacción ciudadana.
Las pancartas y banderas fueron colgadas el pasado 11 de septiembre, como precedente al boicot de la izquierda a La Vuelta a su paso por Madrid. Ya entonces, Más Madrid presentó el gesto como "una muestra de solidaridad con Palestina". Aquel despliegue incluyó también un mensaje dirigido expresamente al alcalde, después de que este afirmase en un Pleno de Cibeles que "no hay genocidio" en Gaza.
Desde entonces, el Ayuntamiento había optado por esperar a la resolución de los servicios jurídicos. Ahora, la Secretaría autoriza un trámite de audiencia de tres días hábiles, a los efectos de que Más Madrid alegue, antes de ordenar su retirada definitiva.

