LD (Agencias)
La secretaría de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) ha confirmado que Corea del Norte se autoploclamará potencia nuclear el próximo nueve de septiembre, fecha en que se celebra un aniversario más de la fundación del país tras la Guerra de Corea (1950-1953). De acuerdo con la portavoz, que afirma haber obtenido esta información de fuentes diplomáticas, Pyongyang se “integrará” como miembro del “club” de los países nucleares sin tener en cuenta los recientes intentos por parte de Washington de llegar a un entendimiento con el régimen norcoreano y su disposición a dar garantías escritas de asistencia económica y energética el país.
Por su parte, fuentes de inteligencia japonesas consideran posible que el régimen puede haber construido una segunda planta nuclear secreta con capacidad para producir plutonio apto para uso militar. La información había sido difundida por el periódico estadounidense The New York Times , quien explicaba que sensores colocados en las fronteras habían detectado niveles elevados de un gas producido cuando se reconvierte en plutonio el combustible nuclear usado. Según las fuentes, un análisis por ordenador parece descartar que ese gas provenga de la ya existente planta nuclear norcoreana de Yongbyon, por lo que se sospecha que Pyongyang cuenta con otra instalación nuclear secreta, quizás oculta en las montañas. El diario afirmaba que Washington temía desde hace tiempo que Corea del Norte intentara construir una segunda planta nuclear para protegerse de un posible ataque preventivo de los EEUU.
Corea del Norte anunció recientemente que había completado la reconversión de sus 8.000 barras de combustible nuclear usado en plutonio apto para fabricar bombas atómicas. La información sobre la nueva planta nuclear puede incrementar las tensiones entre Washington y Pyongyang, que empezaron en octubre del año pasado, cuando EEUU acusó a Corea del Norte de desarrollar un programa nuclear encubierto. El Gobierno norcoreano respondió con la expulsión de los inspectores nucleares de la ONU, así como con su retirada del Tratado de No proliferación Nuclear, a la vez que admitía tener armas atómicas. Ambas partes no se ponen de acuerdo para poner fin al conflicto, ya que mientras Washington quiere negociaciones multilaterales en las que participarían Japón, Corea del Sur y China, el régimen norcoreano exige conversaciones directas con Washington.
Por su parte, fuentes de inteligencia japonesas consideran posible que el régimen puede haber construido una segunda planta nuclear secreta con capacidad para producir plutonio apto para uso militar. La información había sido difundida por el periódico estadounidense The New York Times , quien explicaba que sensores colocados en las fronteras habían detectado niveles elevados de un gas producido cuando se reconvierte en plutonio el combustible nuclear usado. Según las fuentes, un análisis por ordenador parece descartar que ese gas provenga de la ya existente planta nuclear norcoreana de Yongbyon, por lo que se sospecha que Pyongyang cuenta con otra instalación nuclear secreta, quizás oculta en las montañas. El diario afirmaba que Washington temía desde hace tiempo que Corea del Norte intentara construir una segunda planta nuclear para protegerse de un posible ataque preventivo de los EEUU.
Corea del Norte anunció recientemente que había completado la reconversión de sus 8.000 barras de combustible nuclear usado en plutonio apto para fabricar bombas atómicas. La información sobre la nueva planta nuclear puede incrementar las tensiones entre Washington y Pyongyang, que empezaron en octubre del año pasado, cuando EEUU acusó a Corea del Norte de desarrollar un programa nuclear encubierto. El Gobierno norcoreano respondió con la expulsión de los inspectores nucleares de la ONU, así como con su retirada del Tratado de No proliferación Nuclear, a la vez que admitía tener armas atómicas. Ambas partes no se ponen de acuerdo para poner fin al conflicto, ya que mientras Washington quiere negociaciones multilaterales en las que participarían Japón, Corea del Sur y China, el régimen norcoreano exige conversaciones directas con Washington.