LD (EFE) El recién excarcelado opositor cubano Jorge Olivera advirtió de que "estoy en el limbo legal que se puede prolongar indefinidamente, en un círculo vicioso, con problemas de salud y tensiones familiares", porque las autoridades de La Habana dilatan la concesión del permiso de salida del país, pese a tener "todo en regla", incluido el visado para emigrar a los EEUU con su familia.
Olivera, de 43 años, es uno de los 75 disidentes encarcelados y condenados en la primavera de 2003 bajo la acusación de conspirar con EEUU, atentar contra la independencia del Estado y socavar los principios de la Revolución, y uno de los catorce que en 2004 recibieron una licencia "extrapenal" por motivos de salud.
El antiguo editor de los servicios informativos de la televisión estatal, que se incorporó a la disidencia en 1993 y fue director de la agencia de prensa independiente Habana Press, considera que en su caso "se está haciendo con un criterio selectivo el otorgamiento del permiso de salida". Indicó que en 2002 contrajo una colitis crónica y que además padece una hernia y descompensación en la presión arterial, dolencias vinculadas a desórdenes en el sistema nervioso, producto del estrés sostenido al que se ha visto sometido.
El periodista independiente, condenado a 18 años de prisión en abril de 2003, dijo que las autoridades no le han dado una respuesta negativa a su petición. Insistió en que "simplemente recibo dilaciones, respuestas ambiguas. El único impedimento es el permiso de salida". Recordó que "desde hace seis meses mi familia -esposa y dos hijos- iniciaron los trámites para obtener la `tarjeta blanca´ (el documento que autoriza la salida de la isla) sin haber tenido aún resultados. Lo cierto es que lo tengo todo, hasta el telegrama del departamento de refugiados de la Oficina de Intereses de EEUU (en La Habana) para fijar la fecha de vuelo".