
LD (EFE) Unos seis mil manifestantes antiglobalización han logrado alcanzar la valla de seguridad de más de diez kilómetros que rodea el balneario alemán de Heiligendamm, antes de que comience la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de los Ocho (G-8).
Frente a ellos, policías alemanes han usado cañones de agua y gases lacrimógenos para tratar de dispersar a los manifestantes que intentaron saltar la barrera. Miembros del llamado "bloque negro" han cortado, además, una de las dos únicas carreteras de acceso a Heiligendamm.
Igualmente han logrado bloquear la vía férrea que une la población de Kühlungsborn, donde se encuentra ubicado el centro internacional de prensa. El tren de vapor que circula por esa vía es el único medio de transporte que los periodistas pueden utilizar para llegar a Heiligendamm.
Según una sentencia del Tribunal Superior Administrativo de Greifswald, contra la que hay en curso una apelación ante el Tribunal Constitucional alemán, está prohibido manifestarse a una distancia de entre cinco y diez kilómetros de la valla de seguridad que rodea Heiligendamm.
