L D (EFE)
El juicio sobre los "empleos ficticios" a favor del RPR entre 1988 y 1995, cuando el actual presidente de Francia, Jacques Chirac, era primer edil de París y número uno del RPR, se abrió el pasado lunes. Están en el banquillo 27 ex cuadros o empleados del RPR y empresarios. Chirac no puede ser investigado por la justicia mientras esté en el Elíseo, pero su ex brazo derecho en el RPR y en la Alcaldía y actual presidente del partido en el poder (UMP), Alain Juppé es juzgado por apoderamiento ilícito de intereses y se juega en esta vista su futuro político.
En la jornada de este jueves, Yves Cabana, ex director de gabinete de Alain Juppé, fue preguntado sobre los empleos del RPR que pagaban el Ayuntamiento o empresas privadas, y ha declarado que "todo el mundo lo sabía" en el RPR. Cabana, que declaró como testigo porque los cargos en su contra fueron sobreseídos, también fue preguntado sobre la aplicación de la ley de 1988 sobre la financiación de los partidos políticos, a lo que contestó que "¿cómo se podía imaginar que la votación de una ley hubiera podido resolver el problema como si fuera una varita mágica?".
En defensa del que fuera su jefe, dijo que las instrucciones de Juppé, que era secretario general del RPR, siempre fueron "de rigor" y que éste incitó a la regularización de la situación. Por su parte, otro testigo, el ex director administrativo y financiero del RPR, Wric Woerth, declaró que al asumir el cargo en 1993 descubrió que parte del personal del partido "no estaba remunerado por el movimiento". Sus jefes le dijeron que había que regularizar la situación, explicó.
Así, "regularizó" a quince o 16 empleados del RPR, cuyos sueldos hasta entonces eran pagados por empresas privadas. El RPR tardó dos años en regularizar al personal, lo que le pareció "mucho tiempo" a la presidencia del tribunal, y la última en ser regularizada fue la llamada ex "tesorera secreta" del RPR, Louise-Yvonne Casetta.
En la jornada de este jueves, Yves Cabana, ex director de gabinete de Alain Juppé, fue preguntado sobre los empleos del RPR que pagaban el Ayuntamiento o empresas privadas, y ha declarado que "todo el mundo lo sabía" en el RPR. Cabana, que declaró como testigo porque los cargos en su contra fueron sobreseídos, también fue preguntado sobre la aplicación de la ley de 1988 sobre la financiación de los partidos políticos, a lo que contestó que "¿cómo se podía imaginar que la votación de una ley hubiera podido resolver el problema como si fuera una varita mágica?".
En defensa del que fuera su jefe, dijo que las instrucciones de Juppé, que era secretario general del RPR, siempre fueron "de rigor" y que éste incitó a la regularización de la situación. Por su parte, otro testigo, el ex director administrativo y financiero del RPR, Wric Woerth, declaró que al asumir el cargo en 1993 descubrió que parte del personal del partido "no estaba remunerado por el movimiento". Sus jefes le dijeron que había que regularizar la situación, explicó.
Así, "regularizó" a quince o 16 empleados del RPR, cuyos sueldos hasta entonces eran pagados por empresas privadas. El RPR tardó dos años en regularizar al personal, lo que le pareció "mucho tiempo" a la presidencia del tribunal, y la última en ser regularizada fue la llamada ex "tesorera secreta" del RPR, Louise-Yvonne Casetta.
