Italia contenía hoy la respiración ante la posibilidad de que se repitieran los fuertes altercados que tuvieron lugar la semana pasada –conocido como "martes negro"- con motivo de las mociones de censura que Silvio Berlusconi logró salvar con ayuda de tránsfugas.
Los estudiantes volvían a la calle para protestar contra la reforma universitaria, que se iba a votar en el Senado, y se alargará seguramente hasta el viernes, y que prevé recortes en la investigación y en la educación pública, así como financiaciones a la educación privada. Además, unos representantes de los universitarios se han entrevistado con el presidente de la República, Giorgio Napolitano, al que han pedido que no firme la reforma -conocida como Gelmini por el apellido de la ministra de Educación- que salga del Senado.
La manifestación más multitudinaria estaba prevista en Roma, donde se vivieron los enfrentamientos más fuertes el pasado martes. La Policía y el Ayuntamiento han aprendido la lección y han blindado, de nuevo, la ciudad y no se han provocado incidentes graves. Esta vez no ha habido grupos anti-sistema como los Black Block, a los que se atribuye la mayoría de incidentes causados la pasada semana, reventando la pacífica manifestación.
Según el diario La Repubblica, unas 10.000 personas se han dado cita en el centro de Roma, aunque los estudiantes hablan de 30.000. El alcalde de la ciudad Gianni Alemmano, del partido de Berlusconi, se ha congratulado por el pacifismo "Podemos permitirnos un suspiro de alivio y decir que las feas imágenes del martes negro de Roma no se han repetido", comentó el alcalde, según informa EFE. "El hecho de que no se hayan verificado enfrentamientos deriva de la mayor responsabilidad que han demostrado los estudiantes y de la gran profesionalidad de las fuerzas del orden, que han efectuado un sistema disuasorio eficaz y convincente, que ha impedido nuevos incidentes y nuevas provocaciones", ha añadido.
Disturbios en Palermo y Milán
Pero no sólo en la capital estaban previstas las manifestaciones. A lo largo de todo el país los estudiantes han bajado a la calle para manifestarse contra esa reforma, y no siempre de forma pacífica.
Los mayores incidentes se han registrado en Milán, donde no estaba autorizada, y los manifestantes han logrado cortar calles y se han enfrentado a la policía. Asimismo, los estudiantes han intentado forzar las puertas del Rectorado de la Universidad de forma violenta.
En la Palermo, los manifestantes lanzaron huevos, naranjas y petardos después de no conseguir entrar en el palacio de Orleans, sede de la presidencia de la región insular, tras lo que la policía tuvo que sacar las porras para disuadir a los más violentos. También en Palermo, otro grupo de manifestantes lanzó piedras y botellas contra una comisaría de policía, informa EFE.
Además, en Nápoles los estudiantes han interrumpido el tráfico ferroviario invadiendo los andenes, mientras que en Turín un centenar de estudiantes recorrió las principales zonas de la ciudad con el lema "Vosotros en el Senado, nosotros en la calle", llegando a registrarse algunos problemas aislados ante la sede del partido de Berlusconi.
En Génova, por su parte, han intentado asaltar el periódico Il Secolo XIX, donde han roto cristales y lanzado piedras. Los estudiantes son reticentes en abandonar las plazas y continúan durante esta noche sus protestas.