
L D (EFE) En un hecho sin precedentes, el lunes, el líder cubano, Fidel Castro, delegó provisionalmente el poder en su hermano Raúl mientras convalece de una intervención intestinal. Payá, Premio Sajarov del Parlamento Europeo, opinó que "hace tiempo estamos asistiendo y protagonizando el final de una etapa para todo el pueblo de Cuba" y "pretender negar los cambios que este pueblo necesita es continuar cerrando las puertas del futuro".
En momentos excepcionales para Cuba como éstos, agregó, "lo más prudente y lo más justo es mantener la serenidad, que se mantenga la paz social y que los actores, que somos todos los cubanos, incluyendo a quienes están en el gobierno, reflexionen y contribuyan a que se abra una etapa de diálogo y tolerancia". "Cualquier actitud irresponsable, agresiva o represiva que pueda provocar violencia o enfrentamientos puede ser muy dañina para la sociedad y la nación cubana", advirtió.
A su juicio, existen grandes diferencias en el seno del pueblo cubano, pero "si no nos ponemos de acuerdo sobre el pasado, es el momento de ponernos de acuerdo sobre el futuro". "Cualquier represión, cualquier indisciplina o aliento hacia actitudes violentas no es responsable ni es bueno para Cuba", advirtió Payá, que lamentó que "desde otras latitudes, algunos alientan acciones de la sociedad que pueden traer confrontación, no nos parece responsable ni realista".
En su opinión, el exilio cubano "es parte de este pueblo" y "su actitud debe ser no hacerse eco ni alentar nada que pueda romper esa paz social", afirmó. "Ha habido algunas expresiones y algunos llamados que ni van a tener eco ni contribuyen a lo que Cuba necesita ahora desde sectores del exilio", insistió. Cualquiera que sea la evolución de esta nueva situación política, "los cubanos debemos prepararnos y afrontar la nueva etapa con un espíritu de tolerancia, de apertura", dijo.
"Estamos en el momento propicio para trabajar y hacer los esfuerzos para mantener la paz social, evitar enfrentamientos, represiones, intolerancias, actitudes y expresiones que encrespen el ambiente", subrayó. En estos momentos, "en la calle hay tranquilidad, pero hay una gran reserva en los ciudadanos para hablar de este tema y esto demuestra una prudencia y una incertidumbre de lo que pueda pasar", dijo.
En la sociedad cubana, apuntó, "hay temor a la represión porque hay una cultura del miedo establecida durante muchos años, pero también hay temor al cambio y un verdadero desconcierto sobre cómo podría producirse este cambio".
Pese a la incertidumbre, no ha habido en estos días ningún signo hacia la disidencia interna, señaló Payá, que consideró que no es "prudente" en estos momentos exigir cambios inmediatos. El apoyo internacional debe, a su juicio, contribuir a este "ambiente de paz, de concordia y entendimiento".
La actitud de Estados Unidos hasta ahora ha sido "prudente y respetuosa", apuntó el líder del MCL, que insistió en que ni Washington ni la "Comisión de Ayuda para una Cuba Libre" creada por el gobierno del presidente George W. Bush deben definir los cambios dentro de Cuba. "Su actitud debe ser de respeto a lo que los cubanos decidan, disposición de diálogo y evitar toda expresión o actitud que pueda aumentar tensiones", concluyó.
En momentos excepcionales para Cuba como éstos, agregó, "lo más prudente y lo más justo es mantener la serenidad, que se mantenga la paz social y que los actores, que somos todos los cubanos, incluyendo a quienes están en el gobierno, reflexionen y contribuyan a que se abra una etapa de diálogo y tolerancia". "Cualquier actitud irresponsable, agresiva o represiva que pueda provocar violencia o enfrentamientos puede ser muy dañina para la sociedad y la nación cubana", advirtió.
A su juicio, existen grandes diferencias en el seno del pueblo cubano, pero "si no nos ponemos de acuerdo sobre el pasado, es el momento de ponernos de acuerdo sobre el futuro". "Cualquier represión, cualquier indisciplina o aliento hacia actitudes violentas no es responsable ni es bueno para Cuba", advirtió Payá, que lamentó que "desde otras latitudes, algunos alientan acciones de la sociedad que pueden traer confrontación, no nos parece responsable ni realista".
En su opinión, el exilio cubano "es parte de este pueblo" y "su actitud debe ser no hacerse eco ni alentar nada que pueda romper esa paz social", afirmó. "Ha habido algunas expresiones y algunos llamados que ni van a tener eco ni contribuyen a lo que Cuba necesita ahora desde sectores del exilio", insistió. Cualquiera que sea la evolución de esta nueva situación política, "los cubanos debemos prepararnos y afrontar la nueva etapa con un espíritu de tolerancia, de apertura", dijo.
"Estamos en el momento propicio para trabajar y hacer los esfuerzos para mantener la paz social, evitar enfrentamientos, represiones, intolerancias, actitudes y expresiones que encrespen el ambiente", subrayó. En estos momentos, "en la calle hay tranquilidad, pero hay una gran reserva en los ciudadanos para hablar de este tema y esto demuestra una prudencia y una incertidumbre de lo que pueda pasar", dijo.
En la sociedad cubana, apuntó, "hay temor a la represión porque hay una cultura del miedo establecida durante muchos años, pero también hay temor al cambio y un verdadero desconcierto sobre cómo podría producirse este cambio".
Pese a la incertidumbre, no ha habido en estos días ningún signo hacia la disidencia interna, señaló Payá, que consideró que no es "prudente" en estos momentos exigir cambios inmediatos. El apoyo internacional debe, a su juicio, contribuir a este "ambiente de paz, de concordia y entendimiento".
La actitud de Estados Unidos hasta ahora ha sido "prudente y respetuosa", apuntó el líder del MCL, que insistió en que ni Washington ni la "Comisión de Ayuda para una Cuba Libre" creada por el gobierno del presidente George W. Bush deben definir los cambios dentro de Cuba. "Su actitud debe ser de respeto a lo que los cubanos decidan, disposición de diálogo y evitar toda expresión o actitud que pueda aumentar tensiones", concluyó.
