
LD (EFE) En una conferencia de prensa, el teniente general Yair Golan, portavoz de las Fuerzas Armadas de Israel, ha informado de que la operación "Invierno caliente" continúa en la ciudad cisjordana de Naplusa para detener a siete miembros de las terroristas "Brigadas de los mártires de Al-aqsa".
La noche de este lunes, una gran parte de los soldados y más de cien todoterrenos, carros blindados y excavadoras, comenzaron a replegarse a pesar de no haber cumplido la misión. Golan informó que los palestinos buscados no fueron encontrados pues se trata de una tarea "muy compleja y difícil" de llevar a cabo en zonas urbanas y "ello lleva su tiempo".
Desde entonces, los soldados israelíes, que mantenían bajo toque de queda a unos cincuenta mil palestinos en el área del casco viejo, la alcazaba de Naplusa, mataron a un residente de 41 años, Anan al-Tibi, e hirieron a otro; también resultaron heridos dos soldados. La organización de Médicos por los Derechos Humanos exigió a las autoridades militares que se retiren de los dos hospitales de Naplusa para que puedan prestar atención médica a la población.
El general Golan desmintió que sus soldados impidieran a esos establecimientos prestar atención a los habitantes y dijo que se encuentran en esos lugares para apresar a terroristas que suelen refugiarse en las ambulancias, "algo que ya ocurrió" otras veces. En los dos primeros días de la operación militar, precisó, los soldados descubrieron cuatro laboratorios de explosivos, artefactos electrónicos para activarlos, y cohetes Law anti-tanque y otras armas.
